ComentarioSociedad

En tiempo de pandemia, la satisfacción del deber cumplido

Cuando en abril el país entraba en la Fase de Transmisión Autóctona Limitada de la COVID-19, acostumbrados a coberturas en situaciones excepcionales, los hacedores de la radio en Pinar del Río, nunca imaginamos el desafío que constituirá mantener la vitalidad de nuestras emisoras.

Aunque las experiencias adquiridas en transmisiones durante desastres naturales resultaron provechosas, por lo que aportaron en cuanto a preparación para contingencias, el nuevo contexto superaba lo vivido con anterioridad, y exigía asumirlo de otra manera.

Los imprescindibles cambios en las programaciones impusieron formas diferentes de crear, modificaron las rutinas productivas, obligaron a una mayor utilización de la tecnología disponible y explotación de sus capacidades; todo, con un mínimo de recursos humanos.

El temor a una enfermedad letal y en extremo contagiosa, no paralizó el compromiso de los profesionales de la radio pinareña con las audiencias, que crecieron e incrementaron su interacción en las plataformas tradicionales y digitales, además en los perfiles de las Redes Sociales.

Por ello nos multiplicamos, trabajamos en equipo, para entregar a los públicos propuestas que resultaran atractivas, incluyeran información veraz e inmediata, educaran en temas relacionados con la salud y, a la vez, ofrecieran arte, cultura, entretenimiento.

Abrimos nuestros micrófonos a médicos, psicólogos, líderes comunitarios, representantes de organismos, autoridades políticas y gubernamentales, artistas e intelectuales, y a la ciudadanía toda; desde ellos, propiciamos el análisis de la realidad, el diálogo, la construcción de consensos.

En antena pusimos historias de vida,  narradas en primera persona por los héroes del momento: trabajadores de la salud, transporte, comercio y gastronomía, comunales, acueducto y alcantarillado, estudiantes universitarios, y tantos otros que fueron el rostro de la solidaridad y el amor al prójimo.

Nos queda, la satisfacción del deber cumplido, y el agradecimiento de quienes recibieron nuestros productos comunicativos.

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