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La contaminación acústica, un mal que debemos eliminar.

Todos estamos expuestos a una verdadera tormenta sonora...que lacera nuestros oídos... ¡y amenaza nuestra salud física y psíquica!

La contaminación acústica, es un mal que debemos eliminar. Y si queremos disfrutar de un verano por la vida, entonces debemos hacer más por nuestra salud. Las fuentes que generan la contaminación acústica, varían en dependencia de su origen.

Nos podemos situar en el hogar, escuchando radios, televisores y equipos de música a todo volumen, y los inconfundibles sonidos del trajín doméstico. Eso, a su vez, obliga a la familia el hablar a gritos, lo que aumenta la agresión sonora.

En nuestras casas, en la calle, o en las oficinas, por doquier pululan los ruidos. Sí, como dice Ruperto….estos están… “a pululu”. ¿Las causas? Dentro de estas, están los reproductores de música a altos volúmenes, entre otras fuentes contaminantes desde el punto de vista acústico.

Y aunque a veces no nos demos cuenta, estamos inmersos en un verdadero infierno que nos afecta sobremanera. Sin saberlo, estamos cavando nuestra propia tumba.

 Todos estamos expuestos a una verdadera tormenta sonora…que lacera nuestros oídos… ¡y amenaza nuestra salud física y psíquica! Lo más dramático…! es que no es solo un día… sino todos!.

Sin dudas un verdadero dilema que en los momentos actuales alcanza gran dimensión. Nadie duda que estas indisciplinas sociales proliferan…. sin encontrar en ocasiones…  oídos…manos…y hechos combativos…que le pongan freno a nivel social, comunitario y familiar.

Vale entonces aunar voluntades y acciones para eliminarlas definitivamente. Pero, ante la indolencia. ¿Qué hacer entonces? ¿Cómo lograr que entren en razones, por ejemplo, los que tienen que regular la música que se pone en el Área Juvenil 4 de abril, más conocida como discoteca en Sandino, y en los lugares aledaños? ¿Cómo decirle al vecino que no toque irrespetuosamente el claxon de su carro, o al que grita, o gusta de  “compartirnos” lo que pone en su equipo de música, que debe moderar su voz o bajar el volumen? Definitivamente, un gran conflicto…con una solución tan distante…como el más cercano de los astros del sistema solar.

Reflexionemos

Parece que muchos desconocen ese axioma expresado por Benito Juárez, donde se deja sentado que el respeto al derecho ajeno es la paz. Pero lo cierto es que…¡instruidos… o menos cultos!….lo más importante es que todo el mundo sepa que nadie tiene derecho a dañar a otro….y que es posible vivir en un mundo sonoro de armonía y donde prime una actitud considerada hacia los que nos rodean. ¡Qué bueno sería eso!.

Si hablamos de agresiones acústicas, creo que en este sentido mucho pueden hacer todos los factores, desde los cederistas, las federadas, hasta los compañeros del Ministerio del Interior.

También los inspectores populares, los centros educacionales y en general todos los que pueden contribuir a que estas indisciplinas sociales, no sigan siendo algo cotidiano.  Creo que siempre será importante apoyarnos en el trabajo preventivo y sus muchas potencialidades. Coordinemos entonces el trabajo en nuestra comunidad.

Bien vale intentar también la opción del diálogo amistoso. Quizás el “escandaloso” no sea consciente de las molestias que ocasiona…y rebaje el nivel de emisiones sonoras.

Un consejo oportuno

Sé uno más de los que apuesta con acciones concretas, a que la “utopía” de un ambiente más sosegado….!y menos ruidoso!….  sea posible.

Respete para ser respetado

 

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