La actividad forestal en Sandino, clave en la economía
“La tierra no es como muchos piensan, una herencia de nuestros padres. Es, cuando menos, un préstamo de nuestros hijos”.
“La tierra no es como muchos piensan, una herencia de nuestros padres. Es, cuando menos, un préstamo de nuestros hijos”.
Al aprovechamiento racional y eficiente del suelo llamó el apóstol y a concederle al mismo el valor que verdaderamente entraña para la vida.
Si viviera en esta etapa, no tengo dudas de que el apóstol se hubiese enorgullecido de ver la grandeza de empresas como la Agroforestal Integral Guanahacabibes, ubicada en el extremo más occidental de nuestro país, abarcando el 64.1% del municipio de Sandino.
La cubierta forestal está integrada por el 93,6% de bosque natural y el 6,0 % de plantaciones. En ella están representadas ocho formaciones boscosas de las 12 existentes en la nación.
Aquí la vegetación predominante es de bosques semidecíduos, los cuales ocupan el núcleo cárcico central, siendo este el más importante por su valor tanto forestal como medioambiental.
También se destacan los bosques de ciénagas y manglares, aunque desempeñan un importante papel las demás formaciones, en la protección de los suelos, las aguas, la diversidad biológica, la belleza escénica, la investigación científica, la recreación, la captación de carbono, otros gases de efecto invernadero y la conservación y fortalecimiento de las condiciones ambientales del país.
Pienso que son elementos que hacen grande el patrimonio forestal sandinense y que a ellos se suman otras cuestiones que le dan mucha más relevancia.
Hablo de las 31.0 hectáreas de diferentes fuentes de especies de semillas, de las cuales 11.0 son de latifolias y 20.0 de coníferas, en un huerto clonal en el que se producen semillas certificadas de gran valor genético.
El hecho de contar además con un vivero de alta tecnología con una capacidad de producción de 1,5 millones de posturas al año, habla también a las claras del extraordinario papel que juega la entidad en vueltabajo.
Y ello no queda ahí: Funcionan 27 fincas forestales con el objetivo de fomentar y proteger las áreas boscosas de la empresa, de ellas, son 16 de carácter silvícolo-porcinas , dos silvícolo-frutales y otras nueve agropecuarias.
Una gran riqueza lo constituye la posibilidad de contar con un aserrío portátil con un potencial productivo de 1200.0 metros cúbicos anuales de madera aserrada y 30 carpinterías con una capacidad de procesamiento de 600 metros cúbicos de madera para diferentes artículos.
Lo cierto es, que la Empresa Agroforestal Integral Guanahacabibes de Sandino, aboga por cumplir con sus principales indicadores de producción entre los que incluye, además de los antes citados, la producción de carbón vegetal.
Tiene entre sus propósitos, la elaboración de productos artesanales con los residuos de madera de la corta principal, lo cual aportó en el pasado año a la entidad valores que aunque fueron positivos, pudieron ser mejores al limitar la COVID 19 los afanes.
Producciones de carpintería como las mesas picnic, las sillas playeras y otras líneas, entre las que se incluyen los troncos de bagá, las lianas planas y los tacos de madera , son renglones con carácter exportable, unidos al carbón vegetal.
Las metas son consideradas alcanzables y por ello los esfuerzos no se detienen.
Lograr en el 2021 un índice de boscosidad ascendente al 89,5% de su patrimonio, está entre los mayores desafíos, y aunque hoy algunos lo vean como un sueño, ya un gran porciento lo ve como una realidad nada imposible, en medio de la tarea ordenamiento que impone nuevos y mayores compromisos.
El Ingeniero Carlos Carballo Chirino dirige la EFI Guanahacabibes de Sandino. Junto a sus aguerridos trabajadores, apuesta por superar cada indicador, a sabiendas de su importante papel en la economía nacional.
Aportes de los forestales sandinenses a la economía
Marelis Corvea