Por la Habana lo más grande. La frase muy de moda por estos tiempos trasciende las fronteras de la capital del país, y se escucha en no pocos rincones de la Isla
Por la Habana lo más grande. La frase muy de moda por estos tiempos trasciende las fronteras de la capital del país, y se escucha en no pocos rincones de la Isla. La ciudad maravilla cumple 500 años y cual mágica señora esparce su encanto para que el festín sea para todos.
La celebración también llega a nosotros. La cercanía geográfica facilita la estancia, el paso o la visita de un considerable número de pinareños a La Habana. Piense, por ejemplo, en cuántos niños y jóvenes vueltabajeros estudian en la capital de todos los cubanos, o en el número de coterráneos que apostaron por una vida nueva y ahora residen en la populosa urbe.
¿Quién no ha tenido la suerte de andar la Habana y encontrarse con alguien que le pregunta, tú no eres de Pinar del Río?… En todos los casos aparecen emociones, sueños, metas por cumplir, añoranzas, alegrías y hasta tristeza porque ese es el encanto de la capital, ahí radica su poder de seducción.
Pero el atractivo por la Habana es recíproco. A los de allá, les encanta Vueltabajo. Ellos se sienten cautivados por la nobleza de su gente, el espíritu de superación personal, la determinación para enfrentar situaciones y seguir adelante con la amabilidad y la bonanza que caracteriza a quienes viven en la región más occidental del país.
Entre la Habana y Pinar, el trasiego de personas es grande. Artistas, investigadores, obreros, deportistas, maestros, en fin, representantes de todos los oficios, hemos tenido que por una razón u otra prestar servicios en la Ciudad Maravilla. Esos, hoy también se unen a la celebración por los 500, porque el jolgorio cruza límites y contagia a la nación.
Y es que con los habaneros, los de aquí nos llevamos bien, excepto si de pelota se trata. La rivalidad entre los equipos de ambas provincias siempre constituye motivo de algarabía, disgustos, contradicciones, debates y hasta acaloradas discusiones.
No por gusto, y a pesar del descalabro de los pativerdes en las últimas series nacionales, el enfrentamiento con Industriales sigue siendo- para muchos especialistas en el tema- un clásico del béisbol cubano. Por ello, incluso, no pocos pinareños deciden apostar por Industriales, cuando Pinar del Río pasa página.