Al Mural de la Prehistoria, en Viñales, Pinar del Río, se le devuelven los colores intensos que resaltan desde lo más lejos. Las doce figuras que componen el fresco a cielo abierto ya fueron retocadas. Se trabaja en los fondos.
Luis Salvador García, el director del centro turístico Mural de la Prehistoria expuso a Radio Guamá que la restauración la asumen ocho obreros de la instalación. Cuatro pintores e igual cantidad de ayudantes.
Por estos días se les puede ver colgados de las cuerdas resaltando las líneas. Algunos de ellos son descendientes de los campesinos que lograron la obra, creada por el pintor Leovigildo González en 1959.
El sobrino de David Vázquez González es uno de los que trabaja en la restauración. David reside cerca y me cuenta que la idea parte de un encuentro de Antonio Núñez Jiménez, reconocido como el cuarto descubridor de Cuba, con un grupo de jóvenes de la zona. Núñez le explica que se haría el Mural más grande del mundo a cielo abierto y que necesitaban de ellos para lograrlo.
Más de veinte campesinos se incorporaron al proceso de preparación de la roca hasta dejarla viva. “Leovigildo era el pintor, nosotros las brochas” afirma David. “Él nos guiaba con un telescopio y un megáfono. Hablaba y nos decía cómo hacer los trazos: un punto aquí otro allá y así se iban formando las siluetas de las figuras. Se hacían líneas, rayitas de diferentes colores y poco a poco lograba lo que vemos”, me cuenta.
El campesino recuerda que subían hasta la cima del mogote Pita y eran manipulados por arnés de paracaídas. Se ponían una soga gruesa y fuerte y descendían hasta el punto de la roca jurásica para dibujar a pincel.
Durante cuatro años estuvieron pintando guiados por Leovigildo hasta que se logró una de las pinturas a cielo abierto más grandes del mundo,120 metros de alto por 160 metros de ancho.
La mezcla de pintura usada en el Mural es especial, debe soportar las inclemencias del tiempo. Leovigildo usó tubos metálicos para drenar el agua que se acumulaba en el farallón.
La obra refleja el pasado biogeológico de la zona. Junto a los aborígenes que habitaron el archipiélago se observan grandes mamíferos como el Megalocnus rodens (oso gigante desaparecido) y los ammonites de más de setenta millones de año.
El Mural de la Prehistoria es uno de los sitios más visitados en Viñales. La pintura ha recorrido el mundo desde la mirada de los turistas que prefieren vacacionar por los increíbles paisajes del Valle, Patrimonio de la Humanidad en la categoría de Paisaje Cultural.
