Los sandinenses utilizan diferentes escenarios para patentizar su rechazo a la Ley Helms-Burton
Los trabajadores del hospital Augusto César Sandino del municipio Sandino condenaron este lunes la Ley Helms-Burton y reafirmaron su apoyo incondicional a la Revolución.
Al matutino especial asistieron el miembro del Secretariado Municipal de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en Sandino, Alexis Troche Valdés y la secretaria del Sindicato de la Salud en el territorio, Odairis Díaz.
Los invitados, a modo de introducción, realizaron una breve reseña sobre el contenido de esta legislación y sus implicaciones prácticas para Cuba. Hicieron referencia además a la Ley 80 o Ley de reafirmación de la dignidad y soberanía cubanas, contrapartida de la Ley Helms Burton y que la declara ilícita e inaceptable y sin valor jurídico alguno en el territorio nacional.
Un provechoso debate surgió en torno al tema, que generó disímiles opiniones de los presentes.
La Ley Helms Burton, una ley inhumana
El técnico de seguridad y protección del hospital, Duniesky Ayala Prieto, fue el primero en alzar su voz y asegurar que «La ley Helms Burton es una ley inhumana y viola todos los derechos internacionales, esa ley pretende apoderase de todas las conquistas que nuestra Revolución ha logrado y el objetivo de todo cubano es defender a ultranza que los Estados Unidos no logren apoderase de nuestro país, porque la aplicación de esa ley podría tener grandes consecuencias para nuestro país.
Lo que hacemos hoy los trabajadores del hospital es apoyar una vez más las conquistas de nuestra Revolución e inculcarle a nuestros hijos, familiares y vecinos sobre la importancia de defender lo que hemos logrado»-acotó.
Sobre esta ley, no nos entendemos
El planificador del Hospital, Julio Tamarit, manifestó que «este engendro que el gobierno de Estados Unidos quiere aplicar contra nuestro país no es más que la consecuencia de lo que ya ha venido haciendo durante los 60 años de Revolución, que es apoderarse de lo que en un momento se llamó la Fruta Madura, un engendro que viola todos los principios, normas y tratados internacionales, así como todas las leyes que están establecidas acerca de las relaciones y convivencia pacífica de los estados y pueblos.
Por supuesto el gobierno de Cuba y todos los cubanos estamos en contra de la aplicación de esta ley y sencillamente, sobre este tema no nos entendemos, porque viola nuestros principios, nuestros derechos e intenta apoderarse de cosas que le corresponden al pueblo de Cuba, a la Revolución.
Pienso que la mejor forma de nosotros repudiar esa ley y apoyar las decisiones y conquistas de la Revolución es desde nuestros puestos de trabajo, cumpliendo estrictamente con lo que nos toca, ya sea en la Salud, la Educación, en la producción o prestación de servicios, en cualquier esfera que nos encontremos laborando y cumplir con todas las normas para desarrollar nuestro trabajo y rechazar enérgicamente la aplicación de esta ley»-agregó.
Ser ejemplo en el trabajo, una forma de combatirla
Por su parte, el director del hospital, Fidel Cala Delgado, al dirigirse a sus trabajadores expresó: «En nuestra institución durante los matutinos, en las reuniones en los comités de base de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y los núcleos del Partido Comunista de Cuba (PCC); y en las asambleas sindicales se ha discutido todo lo relacionado con esta ley, la cual no es aplicable a nuestro país.
Es un ley que se entromete en la libertad de nuestro pueblo, el cual está preparado para contrarrestar la misma, y creo que una de las mejores formas de luchar contra ella es siendo cada día ejemplo en el trabajo, en la atención a los pacientes, en la calidad de los servicios que prestamos, con humildad, con sencillez, con sensibilidad, como nos ha pedido nuestro presidente, sobre todo en el sector de la Salud, que tan sensible es nuestro trabajo.»
Vale resaltar que la Ley Helms-Burton, proyecto legislativo surgido en 1996, contempla entre sus pretensiones la internacionalización del bloqueo; la negativa de créditos y ayuda financiera a países y organizaciones que favorezcan o promuevan la cooperación con Cuba; lo cual dificulta la inversión extranjera en la isla.
De ahí que los sandinenses utilicen diferentes escenarios para patentizar el rechazo a la misma, pues no solo constituye un obstáculo para avanzar en la normalización de las relaciones bilaterales con Estados Unidos, sino que viola principios elementales del derecho internacional como la soberanía de los Estados, su derecho a comerciar libremente y pretende la confiscación extraterritorial de las propiedades nacionalizadas por la Revolución en beneficio de su población.