En el afán de encontrar nuevas fuentes de energía que ayuden a conservar la vida en el planeta, anda el hombre. Entre las más efectivas se encuentra la eólica, y se obtiene de la energía cinética de las masas de aire.
Para producirla es necesaria la instalación de un parque eólico, una agrupación de aerogeneradores que la transforman en energía eléctrica.
Los parques eólicos se pueden situar en tierra o en el mar, siendo los primeros los más habituales, aunque el tipo offshore han experimentado un crecimiento importante en los últimos años.
Generar energía a partir del viento es simple. Para ello es necesario una turbina, que funciona justo al contrario que un ventilador. La mayoría de estos motores tienen tres palas que se encaran hacia el viento que hacen girar el eje, y esto se conecta al generador, que convierte el movimiento en electricidad.
Que sople el viento no es ni mucho menos suficiente para la instalación de un parque eólico. Es necesario un año de estudio previo de la zona y los vientos, su dirección, temperatura y capacidad de generación máxima.
En Pinar del Río
“La zona sur de San Juan y Martínez resulta la más ventosa de Vueltabajo, pero aún no cuenta con parámetros cercanos a los necesarios para llevar a cabo un proyecto inversionista”, comentó Yosleivy Izquierdo Sánchez, director de Fuentes Renovables de Energía en Pinar del Río.
“En este momento se realizan varios monitoreos de los vientos por torres de alta medición emplazadas en el Cabo de San Antonio”.
En Cuba
En Cuba el recurso eólico se encuentra en las zonas costeras, desde la provincia de Ciego de Ávila hasta Guantánamo, y en las zonas montañosas del oriente del país. Apenas unas 24 áreas o zonas geográficas del país, cuentan con densidades de energía mayores que 500 W/m2 y velocidades medias anuales mayores que 6.2 m/s, las imprescindibles para la obtención del resultado deseado.
Según informes del Ministerio de Energía y Minas de Cuba, en el país están instalados cuatro parques eólicos experimentales, con una potencia total de 11,8 MW. De ellos, los situados en el norte de Holguín (9,6 MW), son los que han alcanzado un factor de capacidad anual superior al 27 %.
La ejecución de la prospección y caracterización del potencial eólico cubano abarca la explotación de una red de 88 estaciones automáticas de medición de parámetros del viento a alturas de hasta 50 metros en 32 zonas del país y una red de 12 estaciones meteorológicas de referencia, con mediciones hasta 100 metros de altura.
Se estima un potencial técnico que supera los 1100 MW considerando el empleo de aerogeneradores de 1.5 MW, respaldado por aval de la Consultoría Internacional Garrad Hassan & Partners (sucursal Garrad Hassan Ibérica).
En el sector agrícola existen unos 90 pequeños aerogeneradores así como cerca de 9 343 molinos a vientos ya instalados. Las fábricas IMECA y la EMBA en las provincias de Artemisa y Granma, respectivamente, cuentan con una capacidad de producción de mil 800 molinos al año en tres turnos de trabajo para la industria nacional.
En tanto la fabricación de componentes y agregados de los parques eólicos tales como torres, transformadores de potencia, cables eléctricos, pizarras eléctricas, estructuras metálicas tiene lugar en GESIME, la que también se encarga de la fabricación de pequeños aerogeneradores de hasta 10 KW para su uso generalizado en viviendas y el sector no residencial.
En la actualidad, en el país han iniciado la construcción de dos parques eólicos “Herradura 1” y “Herradura 2”, en la provincia de Las Tunas, para una potencia total de 101 MW. Además se encuentra en preparación un tercer parque eólico “Río Seco”, en la provincia de Holguín, con 50 MW, todos mediante la modalidad de Crédito Estatal.
