Pensamiento, resistencia, voluntad, acompañamiento y diálogo son las palabras que caracterizan el quehacer de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en la provincia de Pinar del Río, una organización que en octubre próximo cumplirá 35 años de gestión de espacios para la visibilidad y la legitimación de los jóvenes creadores.
Y es que, para quienes integran la vanguardia artística del territorio más occidental de Cuba, la AHS significa hermandad, apoyo y sobre todo, familia.
“La AHS para mi es la casa, es una organización que no envejece, que no se detiene en estatutos que pueden ir en deterioro, sino que se rejuvenece, que se mantiene viva y me enorgullezco al decir que siempre he podido contar con su apoyo”, asegura Irán Capote, quien suma siete años como asociado.
“Sabemos que la obra del artista tiene que ser independiente, pero la institución también debe darnos alguna guía, porque es la que nos representa como artistas. En algunas oportunidades si he podido contar con su apoyo y es algo que agradezco”, comenta Víctor Manuel Guerra Arteaga, representante de la manifestación de artes plásticas.
“La Asociación Hermanos Saíz está en el centro de mi quehacer artístico y personal, en ella me he crecido, he tenido la posibilidad de colaborar con otros proyectos, conocer otros profesionales, viajar por toda Cuba, y estoy convencida de que me va a seguir llenando de alegrías”, considera Linda Gilsa Blanco, de la sección de literatura.
Y como toda organización joven, la AHS no se detiene en la búsqueda de espacios que revolucionen, y permitan mejorar el trabajo que realizan.
Por ello, en meses pasados, en Vueltabajo tuvieron lugar varios debates con los noveles artistas, en los que además participaron dirigentes de varias instituciones que también están involucradas en el desarrollo profesional de los creadores más jóvenes.
Estos fueron debates ricos, necesarios y oportunos. Con reclamos genuinos de los jóvenes y sugerencias que permitirán en el futuro que los integrantes de esta asociación se sientan aún más identificados.
Por ello, rumbo a sus 35 años, la AHS se consolida como estandarte y guía del arte joven en Pinar del Río, sin embargo, a juicio de algunos asociados, los retos nunca terminan.
Y es que, a este aniversario, la AHS llega con un espíritu de fidelidad al arte y a la investigación, pero también a las esencias mismas, al alma de la nación cubana. Además, con el constante reto de seguir creciendo y hacerlo, cada vez más, en favor de la creación y de la defensa de Cuba.