Cuidar nuestros recursos hidrológicos un deber de todos
Es un deber de todos cuidar nuestros recursos hidrológicos, así como crear la conciencia de que el agua es uno de los más preciados
Sandino -El agua, al mismo tiempo que constituye el líquido más abundante en la Tierra, representa el recurso natural más importante y la base de toda forma de vida. Puede ser considerada como un recurso renovable cuando se controla cuidadosamente su uso, tratamiento, liberación y circulación. De lo contrario es un recurso no renovable en una localidad determinada.
En nuestro planeta las aguas ocupan una alta proporción en relación con las tierras emergidas, y se presentan en tres formas diferentes: mares y océanos, aguas superficiales y aguas del subsuelo, también llamadas aguas subterráneas.
Aproximadamente el 97% del agua del planeta es salada, apenas 3% del total es agua dulce y de esa cantidad un poco más de dos terceras partes se encuentra congelada en los glaciares y casquetes en los polos y altas montañas.
Las investigaciones han revelado que fue precisamente en el agua donde se originó la vida en la tierra, han demostrado además que los grupos zoológicos que han evolucionado hacia una existencia terrestre, siguen manteniendo dentro de ellos, su propio medio acuático, encerrado, y protegido contra la evaporación excesiva.
Constituye más del 80% del cuerpo de la mayoría de los organismos, e interviene en la mayor parte de los procesos metabólicos que se realizan en los seres vivos. Desempeña de forma especial un importante papel en la fotosíntesis de las plantas y, además, sirve de hábitat a una gran parte de plantas y animales.
Papel del hombre en la protección del agua
Dada la importancia del agua para la vida de todos los seres vivos, y debido al aumento de las necesidades de ella por el continuo desarrollo de la humanidad, el hombre está en la obligación de proteger este recurso y evitar toda influencia nociva sobre las fuentes de este preciado líquido.
Es válido resaltar que el agua dulce es un recurso renovable pero la disponibilidad de agua fresca limpia, no contaminada, está disminuyendo de manera constante. En muchas partes del mundo, la demanda ya excede el abastecimiento; a medida que aumenta la población mundial, así también aumenta la demanda de agua limpia. En nuestro país se hace constantemente un llamado al ahorro de este líquido sin el cual no estaríamos aquí.
Es un deber de todos cuidar nuestros recursos hidrológicos, así como crear la conciencia de que el agua es uno de los más preciados de la naturaleza, por el papel que desempeña en la vida de todos los seres vivos. Cerrar los grifos cuando no se necesiten, evitar que surjan los salideros y darle tratamiento a los que ya están puede ser parte de la solución a la eminente escasez que nuestro planeta deberá enfrentar en el futuro.