La mujer cubana briosa y consagrada late junto a la Revolución y su participación apoya, fortalece y beneficia la ruta segura hacia el porvenir.
¡Cuánta ternura hay arraigada en el alma de una mujer!
Ella vislumbra los sentimientos más profundos y en calma ofrece la simpatía necesaria para vivir y soñar. Desde tiempos remotos la mujer sobresale en tareas hogareñas, pero en su constancia y aplomo conquista el corazón de los hombres y se convierte en el sostén adecuado para apaciguar deseos, amores y pasiones.
Sin disimulo ofrece su dulzura, pero impetuosa ante obstáculos, metas y propósitos se convierte en un poderoso huracán. Ejemplo de abnegación, valentía y altruismo es la mujer cubana. Protagonista fehaciente de incontables batallas. Desde la manigua redentora su valía fue acierto y refugio seguro.
En Mariana Grajales, Isabel Rubio Díaz, Haydeé Santamaría, Vilma Espín y otras muchas el sexo femenino demostró que no era tan débil como tantos pretendían arraigar.
La mujer cubana briosa y consagrada late junto a la Revolución y su participación apoya, fortalece y beneficia la ruta segura hacia el porvenir. Por sus dones sobrados, por su merecido reconocimiento ¡Muchas felicidades! En este Día Internacional de la Mujer.
Felicitación de la Funcionaria Nacional de la FMC a las federadas sandinenses por el 8 de Marzo
Por Raisa Díaz Miranda
La mujer desde el Servicio Militar Voluntario Femenino
Mujeres y hombres comprometidos con la Policía Nacional Revolucionaria