Con un lenguaje claro y sencillo la radio y la televisión son capaces de movilizar al pueblo, de socializar personas, interactúan con el público a través de programas de participación y en la actualidad a través de la internet.
La radio y la televisión en Cuba tienen tres funciones esenciales informar, educar y entretener. Si las colocamos en una balanza ninguna es más importante que la otra, lo que si es cierto es que ambos medios ofrecen su aporte frente a las urgentes necesidades de las masas populares.
La función educativa cobra gran importancia pues en cada producto que se ofrece quedan elementos que fortalezcen el conocimiento en el oyente, para ello es necesario educar con responsabilidad, desechando todo vestigio de chabacanería y superficialidad. Aquí los oyentes refuerzan sus valores.
Informar con inmediatez
En cualquier programación corresponde informar con inmediatez todo lo que acontezca en el área de acción o válido para el interés de sus oyentes no importa donde ocurra. En el municipio Sandino la radio en sus 15 horas de transmisión tiene la inmediatez y la televisión visualiza el contenido días específicos de la semana.
Cuando hablamos de entretener, parecece fácil, sin embargo, es más complicado, pues se buscan contenidos atractivos sin que solo recaiga en el concebido programa humorístico, o en juegos participativos.
La radio y la televisión constituyen medios a través de los cuales se genera comunicación pública, mediante programas informativos, variados, culturales, deportivos y musicales, así como revistas de facilitación social. Constituyen instrumentos de orientación revolucionaria y político- ideológico, accecible para todos.
Con un lenguaje claro y sencillo son capaces de movilizar al pueblo, de socializar personas, interactúan con el público a través de programas de participación y en la actualidad a través de la internet.
Pese a la inserción de múltiples opciones generadas por las nuevas tecnologías, para los cubanos, ver televisión es una preferencia y necesidad que demuestra el uso de este medio como una de las prácticas culturales de mayor relevancia.
Considero que aún cuando estos medios cuentan con un elevado reconocimiento y alta confiabilidad, hay que encaminar el trabajo jacia un nuevo modelo de prensa con nuevas maneras de hacer, ganar en autonomía y que se parezca más a su gente.
