El viceprimer ministro, Alejandro Gil Fernández, desmintió que en Cuba se está subiendo el costo de la electricidad porque no hay combustible. El plan de consumo para el próximo año crece en un 2,5 %
El miembro del Buró Político y jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, Marino Murillo Jorge; el viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández; y el ministro de Energía y Minas, Liván Arronte, ofrecieron una detallada información a la población, haciendo énfasis en las características de la nueva tarifa para el cobro de la electricidad, como parte de la explicación a nuestro pueblo de la implementación de la Tarea Ordenamiento.
Al respecto, el viceprimer ministro, Alejandro Gil Fernández, desmintió la matriz de opinión que prolifera en las redes sociales, la cual expresa que en Cuba se está subiendo el costo de la electricidad porque no hay combustible para garantizar ese servicio.
Sobre el tema, reconoció que el país vive una situación económica compleja, y uno de los aspectos que más ha presionado es precisamente el del combustible, algo en lo que los enemigos han insistido, a fin de que no podamos disponer de las cantidades suficientes para garantizar la vitalidad de la nación.
Explicó que a nosotros el combustible nos cuesta más caro que a otros países, e incluso, muchas veces teniendo el dinero no podemos acceder a algunos mercados internacionales o nos lo cobran más caro de lo normal.
Reflexionó que para nada la nueva tarifa está relacionada con que no haya disponibilidad de combustible o que se trate de disminuir la demanda aumentando el precio, lo cual sería aplicar una política de choque para llevar a las personas a un ahorro forzoso, haciéndoles inaccesible el servicio, algo sin sentido, dijo el Ministro de Economía y Planificación.
Para ilustrar lo anterior, mostró algunos datos. Así, por ejemplo, en 2020 el sector residencial debe consumir en el entorno de 9 450 gwh, lo que representa el 62,7 % del consumo total del país, que se traduce en unos 15 065 gwh. Para 2021, en el plan de la economía se está planificando que la población consuma 9 690 gwh, es decir, habrá un crecimiento en el consumo en el entorno de un 2,5 %.
«Si fuera como expresan algunos, que está elevándose la tarifa para restringir el consumo y hacer inaccesible el servicio a un grupo de la población, hubiéramos planificado para el próximo año 6 000 o menos gwh; sin embargo, estamos proyectando un crecimiento porque sabemos que las personas compran equipos electrodomésticos y tratan de mejorar su calidad de vida», expresó Gil Fernández.
El Viceprimer Ministro explicó que el plan del próximo año no diseña que ocurran apagones, a pesar de las serias limitaciones que enfrenta la economía.
Para comprender mejor el problema, hay que explicar que una cosa son los costos y otra la tarifa. Los costos de la generación se expresaban hasta ahora al tipo de cambio de uno por uno, y ahora es a uno por 24.
Señaló, asimismo, que si la tarifa fuera más baja, no se pueden resarcir los costos en los que incurre el país en producir la electricidad, sin embargo, aquí se ha aplicado una fórmula socialista, protegiendo a los que menos ingresos reciben, que solo pagarán una parte de ese consumo y el resto lo asumirá el presupuesto del Estado, mientras, los que más ganan asumirán una mayor parte de ese costo.
Sobre el tema, Marino Murillo explicó que una familia que gaste 100 kw pagará 40 pesos; la que consuma 150, pagará 105 pesos; los que gasten 200, abonarán 192 pesos; mientras la que consuma 300, pagará 542 pesos; y la que gaste 350, abonará 917 pesos, tramos que incluyen al 89 % de los clientes, que son a su vez las personas de menores ingresos y los que serán subsidiados.
El Jefe de la Comisión de Implementación de los Lineamientos especificó que no es aconsejable realizar comparaciones a partir del salario de una persona. El consumo de la tarifa eléctrica deberá considerar los ingresos del núcleo familiar.
Al abundar en el tema, el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, explicó que el presupuesto del Estado se nutre del aporte que hacemos todos. Por lo tanto, si se decidiera poner una cifra más elevada de dinero del presupuesto del Estado para subsidios, tendrían que quitárselo al salario, a la educación o a la salud pública, entre otros sectores.
Por eso, la fórmula que se ha buscado es la más justa, equitativa, parte de nuestros principios de justicia social y toma en cuenta la protección de las capas de menores ingresos de la población, señaló el Viceprimer Ministro.
Sobre la estrategia del país para cambiar su matriz energética, el ministro de Energía y Minas, Liván Arronte, explicó que actualmente se está rehabilitando la Unidad No. Uno de la central termoeléctrica Lidio Ramón Pérez, de Felton, que tiene un costo de 176 millones de pesos, de ellos 75 millones de euros, inversión que está al 99 % de ejecución, y cuando termine generará al sen 1 200 gwh.
También se lleva a cabo la rehabilitación de la unidad No. Seis de la central termoeléctrica Máximo Gómez, del Mariel, que está al 90 % de ejecución y generará 600 gwh al año, además de la unidad No. Cinco de la central termoeléctrica Antonio Maceo, de Santiago de Cuba, que aportará 600 gwh anualmente.
En estos momentos se prepara una inversión para construir cuatro unidades de 200 mw cada una, las que aportarán al país 4 800 gwh cuando concluya su ejecución en 2026.
De igual manera, tiene lugar un fuerte proceso inversionista para fomentar la energía renovable, que incluye el montaje de parques eólicos, bioeléctricas, parque solares fotovoltaicos y pequeñas centrales hidroeléctricas, las que contribuirán a obtener 7 400 gwh al año, es decir, el 24 % de nuestra energía en el año 2030.