En este proceso nadie va a quedar desamparado. Tampoco se aplicarán terapias de choque. Los productos de primera necesidad y servicios de consumo masivo van a tener algún tipo de subsidio
El ordenamiento monetario y cambiario, sus interioridades y las condicionantes objetivas que hacen imprescindible la realización de este proceso, fueron explicadas por Marino Murillo Jorge, miembro del Buró Político del Partido y jefe de la Comisión Permanente para la Implementación de los Lineamientos, y por Alejandro Gil Fernández, viceprimer ministro y ministro de Economía y Planificación, al intervenir, este martes, en el espacio de la Mesa Redonda.
Lo primero que quedó claro es que el ordenamiento monetario y cambiario en Cuba tiene un carácter interdisciplinario y transversal, incluye la unificación monetaria y cambiaria, la eliminación de los subsidios excesivos y gratuidades indebidas, así como la transformación de los ingresos. Su aplicación es una necesidad impostergable y un paso imprescindible para avanzar en la estrategia económica del país.
Al inicio de su intervención, Gil Fernández hizo referencia a las palabras pronunciadas por el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz, en la clausura del décimo periodo ordinario de sesiones del Parlamento, en diciembre de 2017: «Aunque la eliminación de la dualidad monetaria y cambiaria por sí misma no solucionará mágicamente todos los problemas acumulados en la economía cubana, constituye el proceso más determinante para avanzar en la actualización del modelo económico cubano por el impacto que tendrá en todas las esferas del quehacer económico y social de la nación. Sin resolver eso, es difícil avanzar correctamente.
«Debemos ser capaces de, a la par que unificamos el sistema monetario, superar las distorsiones existentes en materia de subsidios, precios y tarifas mayoristas y minoristas y, como es lógico, las pensiones y salarios del sector estatal».
Apuntó que el sector estatal cubano cuenta con cierto nivel de desarrollo, gracias a un trabajo estratégico que se viene desarrollando desde hace varios años. Dijo, además, que resulta imprescindible el logro de un encadenamiento productivo en condiciones similares para los sectores estatal y no estatal, y de igual manera es necesario incentivar las exportaciones.
Este proceso tiene un carácter transversal dentro de la economía, por lo que ha requerido trabajar con cuidado y con rigor técnico en cada una de las propuestas, afirmó por su parte Murillo Jorge. Con ese objetivo, han funcionado 14 subgrupos de trabajo, donde participan más de 200 compañeros de diferentes organismos y académicos.
«Incluso, hemos consultado experiencias internacionales. Esta es la primera vez que abordamos estos temas en público, pero no es suficiente, habrá que ir explicando y aclarando poco a poco».
«Lo que informaremos ahora son ideas iniciales sobre el proceso de ordenamiento monetario. Pedimos comprensión de que no todo puede decirse desde hoy. Es un proceso necesario que implica, también, riesgos», apuntó.
¿POR QUÉ RESULTA IMPRESCINDIBLE EL ORDENAMIENTO MONETARIO?
En respuesta a esta interrogante, el Jefe de la Comisión Permanente para la Implementación de los Lineamientos, señaló que Cuba enfrenta un entorno monetario muy difícil, que impide que la economía funcione de manera natural y eso lleva a una conducción administrativa de la misma. Algunos de los problemas puntuales señalados fueron:
- Deformaciones en la formación de los precios (no permiten que lleguen a los productores señales claras de mercado).
- Serios problemas de salario (déficits salariales acumulados durante mucho tiempo, que han traído consigo la aplicación de medidas que, en su momento, han sido positivas, pero que tienen carácter parcial y no integral).
- Problemas de eficiencia en el sistema empresarial que deben ser tenidos en cuenta.
- Problemas de incentivo a los exportadores.
- Desequilibrios macroeconómicos en la economía (elevados déficits fiscales, que se han debido aprobar, porque el nivel de transferencia del presupuesto del Estado al sistema empresarial es muy alto y debe ser al revés).
- Se complejiza la comparabilidad económica de Cuba con el mundo.
- Todo ello genera una alta carga institucional.
«El entramado institucional que ha generado la dualidad monetaria no puede resolverse en un corto tiempo porque tiene efectos en las personas. La sociedad cubana siempre ha sido muy equitativa y, por lo tanto, las terapias de choque, los altos índices de desempleo, entre otras medidas extremas, no constituyen una opción», puntualizó el miembro del Buró Político del Partido.
Señaló, además, que este proceso tuvo antecedentes dentro de los Lineamientos aprobados en el sexto y séptimo Congresos del Partido:
- Sexto Congreso, Lineamiento No. 55: Se avanzará hacia la unificación monetaria, teniendo en cuenta la productividad del trabajo y la efectividad de los mecanismos distributivos y redistributivos (…).
- Séptimo Congreso, Lineamiento No. 40: Concluir el proceso de unificación monetaria y cambiaria como un paso decisivo en el ordenamiento monetario del país.
Son casi diez años en todo este proceso, dijo.
¿CUÁL ES EL CONTEXTO EN EL QUE SE PROPONE EL DESARROLLO DE ESTE PROCESO?
La crisis mundial, agudizada por la pandemia de la COVID-19, ha provocado tensiones en la economía a nivel global, por lo que, desde el punto de vista macroeconómico y microeconómico, es impostergable la necesidad de adoptar acciones profundas para avanzar en la actualización del modelo económico.
«No es posible seguir avanzando en las transformaciones de la economía, si no se realiza el ordenamiento», abundó Murillo Jorge.
¿EN QUé CONSISTE EL ORDENAMIENTO MONETARIO?
El proceso se compone de cuatro partes esenciales:
- Unificación monetaria.
- Unificación cambiaria.
- Transformación de subsidios (excesivos) y gratuidades (indebidas).
- Transformación de ingresos (lleva aparejada una reforma de salarios).
Cada uno de estos aspectos se abordan al mismo tiempo, con el objetivo de lograr la integralidad requerida para el proceso.
Marino Murillo Jorge, al profundizar en su presentación, significó que se busca que todos los asalariados, «después de este proceso, queden en mejores condiciones de las que están ahora».
«La unificación monetaria conlleva una devaluación y eso requiere ajustes. Le genera presión al sistema empresarial en la búsqueda de eficiencia, sin terapias de choque».
¿QUÉ DA LUGAR A LA DUALIDAD MONETARIA EN UN PAÍS?
Ocurre por determinadas situaciones que afectan al sistema productivo e impiden que la moneda nacional preserve las funciones del dinero.
CONCEPTOS BÁSICOS
Dualidad monetaria:
Situación en que dos monedas coexisten y comparten legalmente, en alguna medida, las funciones del dinero en la economía nacional.
Funciones del dinero:
- Medio de pago.
- Unidad de cuenta.
- Reserva de valor.
Dualidad cambiaria:
Situación en que existen dos tasas de cambio para una misma moneda.
Tasa de cambio:
- Precio de una divisa expresada en términos de moneda nacional (cantidad de moneda nacional por unidad de divisa).
En el entorno monetario cubano existen dos tasas de cambio:
- En el circuito de las entidades (mayorista) 1 CUP=1 CUC y 1 CUC=1 USD (actualmente con asignación central).
- En el circuito de las personas naturales (minorista) 25 CUP=1 CUC y 1 CUC=1 USD.
UNIFICACIÓN MONETARIA
«La unificación monetaria trata de quitar finalmente el CUC. Se da un periodo de tiempo para que el Estado pueda recoger el circulante. Las personas tendrán un plazo para realizar el cambio. Sería el peso cubano la única moneda de curso legal en Cuba», explicó Murillo Jorge.
A partir de ahí, surgen entonces varias preocupaciones en nuestra población, sobre todo relacionadas con qué pasará con el CUC que tienen en su poder, ya sea porque ese dinero está guardado en el banco o en sus casas, comentó.
Como parte del proceso, hemos definido entonces un plazo no menor de seis meses para que la población pueda cambiar o gastar ese dinero, explicó. «El CUC que seguirá circulando, el Estado lo irá recogiendo hasta que se agote».
Por ejemplo, durante el periodo de tiempo establecido para hacer el cambio, las personas podrán ir a las tiendas y adquirir los productos que necesitan pagando en CUC, pero el vuelto de esa compra se efectuará en CUP, como tienen diseñado ahora mismo algunos establecimientos comerciales en su gestión de ventas, expresó. «Y de esta forma, también se irá retirando ese CUC que queda en manos de la gente».
Igualmente, se respetará el tipo de cambio vigente antes de la medida. Sea cual sea el nuevo tipo de cambio, las personas podrán realizar los canjes por el mismo tipo de cambio actual (24 CUP).
En el caso del sector empresarial, las cuentas en CUC se convertirán en CUP, 1×1, manteniendo su valor actual.
Murillo Jorge anunció que la unificación cambiaria no será un proceso dilatado e implicará una devaluación alta.
Agregó, por otra parte, que se ha estudiado que esta medida sea aplicada en el primer día de un mes, porque las empresas deben cerrar sus estados financieros.
«Lo que tenemos que dejar claro es que se devalúa la moneda buscando competitividad, lo cual supone un nivel de presión para el sector empresarial, que tendrá que hacer frente a los efectos de esa devaluación, sobre todo, por los procesos relacionados con la importación y fijación de precios mayoristas».
En este sentido, detalló que todos los precios mayoristas en Cuba van a subir en correlación con el incremento que tendrán los productos importados. «No hay manera humana de devaluar sin que los precios mayoristas suban».
De acuerdo con Murillo Jorge, este crecimiento de los precios mayoristas también estará influenciado por la reforma salarial que se llevará a cabo en el país, porque las empresas deberán incorporar a sus costos la subida de los salarios.
«Devaluar la moneda y subir los salarios es sinónimo de crecimiento de precios, que significa inflación. El tema está en cuánto demora el incremento de los precios mayoristas en reflejarse en los minoristas».
Manifestó que este proceso de traspaso de la devaluación puede demorar de seis a 12 meses, aunque en algunos productos este reflejo sucede desde el primer día. «Si no hay crecimiento de los precios mayoristas, las empresas entrarían en pérdidas», apuntó Murillo.
«El problema está en lograr que el crecimiento de los precios no sea mayor al diseño de la subida de los salarios, porque sería una inflación por encima de lo diseñado. Independientemente de las señales del mercado, las propias características de la economía permiten crear condiciones para que esto no ocurra», dijo.