A nombre del Papa Francisco fue leído un mensaje de condolencias a los familiares del Cardenal
La Habana, Cuba. – En la Catedral de La Habana se celebró este domingo la misa de exequias para despedir al Cardenal Jaime Ortega Alamino, fallecido el pasado viernes 26 a la edad de 82 años.
Ofrendas florales del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, acompañaron la misa, celebrada por Juan de la Caridad García, Arzobispo de La Habana.
Asistieron también Salvador Valdés Mesa, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros; Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y Roberto Morales Ojeda, vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, así como otros funcionarios del Partido y el Gobierno y autoridades eclesiásticas.
Presente en la misa estuvo también el Cardenal Sean O’Malley, Arzobispo de Boston.
A nombre del Papa Francisco fue leído un mensaje de condolencias a los familiares del Cardenal. La lectura estuvo a cargo de Monseñor Jean François Simonart, encargado de negocios de la Nunciatura Apostólica en Cuba.
Breve biografía de Jaime Ortega Alamino
El Cardenal Jaime Ortega Alamino, Arzobispo emérito de San Cristóbal de La Habana, nació en la localidad de Jagüey Grande, en la occidental provincia de Matanzas, el 18 de octubre de 1936.
Con vocación religiosa desde temprana edad, fue ordenado sacerdote el 2 de agosto de 1964, arzobispo el 14 de junio de 1979 y elevado cardenal, el segundo en la historia de Cuba, el 26 de noviembre de 1936.
Fue presidente de la Conferencias de Obispos Católicos de Cuba de 1988 a 1998, y luego de 2001 a 2004. También fue anfitrión de la visita a Cuba de los tres últimos papas: Juan Pablo II en 1998, Benedicto XVI en 2012 y Francisco en 2015.
Dio además un aporte significativo a la fluidez de las relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado Cubano y fue portador de misivas del Papa Francisco a los presidentes Raúl Castro y Barack Obama como contribución al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.