ComentarioCOVID-19

La responsabilidad, palabra de orden

Ya lo había advertido nuestro Martí, cuando aseguró, que la verdadera medicina no es la que cura, sino la que precave.

Sandino-¿Es tan difícil entender que la responsabilidad es la palabra de orden en tiempos de pandemia? Creo que todo el que ame la vida se dé cuenta que sí. La responsabilidad tiene que ser el ABC de los sandinenses, cubanos todos, ante el peligro que asecha el nuevo coronavirus.

Hay que razonar juntos, pero a metro y medio de distancia

Sorprende muchas veces, cómo a pesar de los ingentes esfuerzos para poner freno a la COVID- 19, a través de la magia de la televisión, el Doctor Francisco Durán, llega hasta nuestras casas con la noticia de nuevos casos.

Y es muy frecuente que este médico consagrado, alerte, sobre los que se detectan asintomáticos y el riesgo que acarrean.

Además de hablar en incontables ocasiones, de la necesidad de la prevención, ante el aumento de casos, a lo que Sandino no está ajeno, ¡muy por el contrario!

Ya lo había advertido nuestro Martí, cuando aseguró, que la verdadera medicina no es la que cura, sino la que precave.

Y es que resulta evidente, que el nuevo coronavirus, la COVID-19, nos tiene a la mayoría de pelos de punta, como se dice en buen cubano.

Pero todavía es alarmante reconocer que existen los que campean por su respeto sin la menor pizca de percepción de riesgo.

Esos hacen oídos sordos al reclamo de nuestros dirigentes y de las autoridades médicas.

Sin espacio al cansancio aseguran que responsabilidad, tiene que ser en estos tiempos la palabra de orden.

Debido a las condiciones actuales, al incremento de casos en este occidental territorio, las medidas de prevención y control se refuerzan considerablemente. También se revisa que se cumplan de manera adecuada.

Dentro de ellas destaca la condición de cuarentena, además de las pesquisas del estado de salud de toda la población. Está, además, la aplicación de pruebas masivas a determinadas poblaciones de riesgo. Asimismo la importancia de no permitir el acceso a espacios públicos de aquellos que tengan infecciones respiratorias.

Una reflexión necesaria

Sucede que a pesar de todo lo que se hace, todavía no existe la total percepción de riesgo. Las personas siguen saliendo a veces, sin tener una necesidad extrema. Algunos de ellos se ponen el nasobuco de forma incorrecta, o se lo quitan en público, para fumar o comer y hasta beber alcohol.

Los que así actúan, desconocen o no valoran en toda su magnitud, el riesgo que este mal actuar, implica.

No imaginan, que alguien pueda estar enfermo y no presente los síntomas, o que esté con los síntomas en casa, y no acuda al médico.

Sucede que el creer, que a mí no me va a pasar, no te hará inmune a la pandemia, por el contrario, te hace vulnerable y expuesto a contraerla.

Conductas como estas, representan una alarma, no sólo para la persona afectada, sino también para el resto de las que le rodean.

Para nadie es un secreto, que nuestra nación, bloqueada como está, tiene prácticamente paralizados, sectores que constituyen los principales ingresos económicos al país.

Ante esta situación tenemos que ser conscientes. Y serlo, implica, que usemos con racionalidad los recursos que están a nuestro alcance.

Me refiero a electricidad, agua y otros frentes, que requieren de grandes sumas de dinero, invertidos en combustible, por ejemplo, para que podamos disfrutar de ellos.

Ahorrar es también ser responsables con la realidad de una nación, que a pesar de las muchas carencias que enfrenta, no ha dejado de llevar la cuota mensual a cada núcleo familiar.

Tampoco ha dejado de surtir productos básicos a la población. ¿Qué nos toca entonces?, lo he reiterado varias veces, hay que actuar con responsabilidad.

Por eso el llamado es a proceder de manera comprometida con nuestra salud y con la de los demás y a usar eficientemente los recursos que tenemos a nuestro alcance.

Se trata de eso de no pensar sólo de manera individual, sino de pensar también en colectivo, como país, como Patria, como miembros de esa inmensa familia que somos. Es a pensar sintiendo, haciendo y respirando como Cuba.

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