Llegar a los cien años de edad entraña un enorme desafío, sobrepasarlos, un verdadero reto, pero nada imposible. Delia Margarita ya tiene 103
Llegar a los cien años de edad entraña un enorme desafío, sobrepasarlos, un verdadero reto, pero nada imposible. De ello da fe, Delia Margarita Alba Castellón, residente en la zona 10 de Ciudad Sandino en el edificio número dos, una anciana nacida el 3 de marzo de 1918.
Hoy con 103 años de edad se le nota alegre y le invaden los deseos de vivir. Dice sentirse feliz por el trecho recorrido, en el que nunca le ha faltado el amor de la familia, ya un poco reducida.
La veterana Delia Margarita, siempre fue ama de casa y no tuvo hijos. Llegó a Sandino en el año 1964 proveniente del centro del país, y desde ese entonces, como fundadora de esta urbe, ha sido testigo de todos los cambios que para bien, se han experimentado, aunque dice ver cierto deterioro de las calles y jardines.
Ella es una muestra fehaciente del apego a la vida. Nos expresa sentir satisfacción de tener a su lado por la asistencia social, a una muchacha a la que quiere como a una hija, por el cariño y el respeto con el que la trata.
Pero más allá de esa relación afectuosa que ha logrado con su cuidadora, está el estrecho vínculo con su hermano José Miguel, un hombre de 88 años, con el cual, ve fluir el tiempo y se siente segura.
Pude verla mirando televisor, leyendo periódico, escogiendo arroz y salir con bastón en mano a disfrutar del mañanero sol en área cercana a su hogar, esto último con el apoyo de su hermano. La vi muchas veces sonreír y ello me llenó de fuerza y optimismo.
“Cuando un anciano habla, el alma descansa, confía, sonreiría si tuviera labios”. Así se torna el ambiente alrededor de Delia Margarita, mujer guerrera que pese a sus años, se siente útil y apuesta por la sana existencia.
Atención al adulto mayor, tarea de todos
Por
Marelis Corvea Barreto