El poblado costero La Fe será nuevamente el escenario testigo de un pequeño recordatorio, protagonizado por las principales autoridades del municipio Sandino, quienes depositarán flores al mar en nombre de todo el pueblo.
Sandino-El Comandante de la sonrisa eterna este 28 de octubre recibirá merecido homenaje del pueblo sandinense a 62 años de su partida física.
Camilo Cienfuegos Gorriarán solo contaba 27 años, cuando aquel 28 de octubre de 1959 desapareció en el mar bravío.
Al informar al pueblo sobre el suceso que consternó a todos los cubanos Fidel dijo: “Hombres como Camilo Cienfuegos surgieron del pueblo y vivieron para el pueblo. Nuestra única compensación ante la pérdida de un compañero tan allegado a nosotros es saber que el pueblo de Cuba produce hombres como él. Camilo vive y vivirá en el pueblo”.
Desde entonces el Señor de la Vanguardia renació; se convinrtió en una bella tradición que cada año llena las costas y ríos cubanas de flores y cariño. Son depositadas por el pueblo que tanto lo amó y admiró. También como justo reconocimiento a sus méritos demostrados en las acciones bélicas.
Dondequiera que una corriente de agua recuerde el eterno fluir de la vida, ahí están los pétalos multicolores y ofrendas de amor a la legendaria figura. Asmismo el mensaje de… Honor a quien honor merece.
Este año marcado por la presencia de la COVID-19 no habrá concentración de multitudes; pero no faltará el homenaje al hombre de las mil anécdotas. El poblado costero La Fe, será nuevamente el escenario testigo de un pequeño recordatorio. Las principales autoridades del municipio Sandino, serán los protagonistas, quienes depositarán flores al mar en nombre del pueblo.
El marco será oportuno para reinaugurar en dicha zona obras sociales como un mercado agropecuario de nuevo tipo, con la presencia de los principales factores del sector de la agricultura, quienes apuestan por ofrecer una amplia diversidad de productos agrícolas.
Camilo trasciende en el tiempo
Sin duda Camilo trasciende en el tiempo, no solo por su pose de guerrero legendario, también por los recuerdos que supo dejar entre sus amigos de infancia y juventud, por su pasión por la pelota, por su sensibilidad por las artes, por su solidaridad hacia los niños de la España republicana para los que guardaba cada centavo que sus padres le daban diariamente para la merienda escolar y por los encendidos versos con los que cerró su última alocución al pueblo.