Oradores, declamadores, repentistas convertidos en voceros del pueblo sandinense hablaron en la Tribuna Abierta de la Revolución
Sandino -La tranquilidad cotidiana del principal núcleo poblacional del municipio Sandino, fue alterada por la presencia de más de 15 mil personas deseosas de denunciar las agresiones imperialistas.
Oradores, declamadores, repentistas convertidos en voceros del pueblo sandinense, aquella mañana en que el clima cálido rodeó la Tribuna Abierta de la Revolución presidida por el General de Ejército Raúl Castro.
En esta oportunidad se demostró la disposición de este pueblo de cumplir el ya histórico Juramento de Baraguá, que condenó la maniobra que, sobre el tema de los derechos humanos, gesta el gobierno de Estados Unidos.
En una trinchera de combate adornada con danzas y banderas cubanas se convirtió el terreno aledaño al centro comercial de nuestra ciudad. Con energía el pueblo una vez más demandó la liberación de los cinco héroes prisioneros del imperio y condenó la asesina Ley de Ajuste Cubano, el genocida bloqueo y la guerra económica con la que pretenden asfixiar a la Revolución, sin obviar la Helms-Burton y la Torricelli.
De qué derechos humanos pueden alardear los yanquis, preguntó la pionera Leydis Baños, si ellos son los responsables de que en muchos países los niños tengan que vender sus cuerpos para subsistir e incluso morir por enfermedades curables.
A pocos días de finalizado el Congreso de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), Rachel Álvarez González, expresó el orgullo del estudiantado cubano por participar, junto al pueblo, en el trascendental momento que vivía el país, y ratificó la voluntad de los educandos de la enseñanza media de ser cada día mejores estudiantes y revolucionarios. Voluntad que ha evolucionado en sus logros a lo largo de estos 18 años desde aquel día.
La disposición de los jóvenes militares, como seguidores del Ejército Mambí, de poner en la trinchera de ideas, tanto las armas como el corazón, fue manifestada por el combatiente Andy Rojas, quien además se refirió a la imprescindible unión latinoamericana para enfrentar la globalización y el neoliberalismo.
Sandino fue noticia aquel sábado 2 de febrero del 2002, no como de costumbre, por el admirable entorno de su península de Guanahacabibes, reserva mundial de la biosfera, sino por el fervor de sus humildes hijos, que lo distinguieron como un bastión inexpugnable de la Revolución.
