Reina de las alturas en Cuba y con un valor inigualable, Yarisley Silva busca con cada salto sentirse libre y conquistar la gloria.
Reina de las alturas en Cuba y con un valor inigualable, capaz de superarse en cada intento de tocar el cielo con la garrocha, Yarisley Silva busca con cada salto sentirse libre y conquistar la gloria.
Alegre, sacrificada, sencilla, disciplinada, pequeña de estatura, pero grande de corazón, la subcampeona olímpica de Londres 2012 ha puesto el nombre de la nación caribeña en lo más alto del podio en disímiles eventos internacionales.
La pertiguista pinareña nació el 1 de junio de 1987, en Pinar del Río y en sus inicios no tuvo mucha fortuna en las artes, así como tampoco en varias modalidades del atletismo hasta llegar a la pértiga.
Su carrera deportiva tuvo un comienzo un poco incierto hasta que acaparó la atención de todos los amantes del deporte Rey en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007, con una marca de 4,30 metros válida para agenciarse el tercer lugar.
Desde ese momento alcanzó importantes resultados en las principales citas del orbe como las medallas de oro en los campeonatos mundiales al aire libre en Beijing 2015 y el bajo techo en Sopot 2014.
También atesora la medalla de plata en los la justa bajo los cinco aros en Londres, el logro más trascendental en su extenso palmarés.
Además, Silva es tres veces campeona panamericana y en la versión más reciente de este certamen en Lima 2019 dio muestras de que la esperanza es lo último que se pierde, al conquistar la presea de oro en un inolvidable intento final.
Con 33 años, Yarisley se mantiene enfocada en la justa olímpica de Tokio. Aunque muchas personas consideran que subir a lo más alto del podio en ese evento es bien difícil, ella mantiene el sueño de la gloria.
Esta reina de las alturas ha demostrado que el que persevera, triunfa.
¡Felicidades campeona!
