Reuniones de intercambio en Pinar del Río y Artemisa del Presidente cubano con autoridades, directivos, empresarios estatales y privados, y cuadros políticos, quienes desempeñan un papel esencial en la conducción de todos los procesos, así como en su control y eficiencia
Cuba necesita de creatividad y compromiso para explotar las potencialidades de cada territorio con el fin de hacer avanzar al país, e imbricar en ese empeño a todos los actores de la economía para hacer frente a los retos que impone el presente.
Bajo esa máxima, convertida en línea esencial de trabajo y de pensamiento, continúan las reuniones de intercambio del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con autoridades, directivos, empresarios estatales y privados, y cuadros políticos, quienes desempeñan un papel esencial en la conducción de todos los procesos, así como en su control y eficiencia. Esta vez, los escenarios fueron Pinar del Río y Artemisa.
En ambos territorios, el Presidente cubano enfatizó en el impacto de un bloqueo real e inhumano, que constituye una traba constante para el desarrollo del país; pero también existen gestiones ineficientes, incumplimientos reiterados, falta de proactividad, y un uso todavía limitado del amplio potencial científico que hay, por ejemplo, en nuestras universidades.
Una vez más, por su importancia y por el papel que tienen en la elevación de la calidad de vida del pueblo, la producción de alimentos y el programa de la vivienda formaron parte también de la agenda de los encuentros.
En Pinar del Río, Díaz-Canel llamó a potenciar el desarrollo en el frente de la producción de alimentos, más allá de ser una potencia en materia de tabaco, y aprovechar las ventajas de la agroecología, la siembra de alevines y todo el potencial acuícola.
También fue este tema centro de la reunión en la provincia de Artemisa, lo que demuestra la alta prioridad que se concede a la producción de alimentos a todos los niveles.
Díaz-Canel estuvo acompañado en ambos territorios por los miembros del Buró Político, Manuel Marrero Cruz, primer ministro de la República, y por el doctor Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central del Partido.