Díaz-Canel rindió homenaje al empeño y la realización de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, nacida hace catorce años de los sueños de Fidel y Chávez
La Habana, Cuba. – Ni por un momento podemos olvidar la más importante y vital de las tareas que compartimos: enfrascarnos de forma permanente en la construcción, fortalecimiento y defensa de la unidad, afirmó el presidente Miguel Díaz-Canel, al inaugurar la XVI Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos.
Díaz-Canel rindió homenaje al empeño y la realización de ese proyecto integracionista nacido hace catorce años de los sueños de Fidel y Chávez.
El mandatario cubano detalló la evolución del proyecto desde que Chávez lo anunció en Isla Margarita como alternativa al Área de Libre Comercio de Las Américas, que entonces impulsaba Estados Unidos.
Hablamos, subrayó, de una ayuda sin condicionamientos, respetuosa de los intereses nacionales y las legislaciones de cada país, pues entre nosotros, no caben chantajes políticos, ni de ninguna clase.
Conquistas sociales sin precedentes
El presidente Díaz-Canel subrayó que nos enorgullece contar, en menos de quince años, las obras de la integración de los países del ALBA, como los más de 11 mil médicos formados en las escuelas latinoamericanas de Medicina de Cuba y Venezuela.
Mencionó los más de 2 millones operados de la vista, los 30 millones de consultas oftalmológicas, y el millón y medio de personas con discapacidad censadas y atendidas socialmente.
Señaló como logros los 4 millones de alfabetizados en la región con el método cubano Yo sí puedo; y la erradicación del analfabetismo en Venezuela, Bolivia y Nicaragua, a pesar de la guerra económica contra la Revolución Bolivariana.
Los expertos coinciden en que no hay precedentes de una conquista social de esta envergadura en otro mecanismo de integración; pues no sólo tenemos logros en el área social, enfatizó el presidente cubano al inaugurar la Cumbre del ALBA.
Concertación & División
La coyuntura actual demanda unidad, concertación política entre nuestros países, y esfuerzos decisivos para enfrentar la estrategia divisionista del imperialismo, aseveró Díaz-Canel, quien subrayó que se necesita tener la convicción inquebrantable de que Nuestra América es una sola.
El presidente cubano denunció que el imperialismo ha retomado la Doctrina Monroe, y bajo esa certeza instó a poner por delante lo social, ser humanistas, fortalecer la cohesión social, porque como dijo Chávez, eso es el ALBA.
Rememoró los logros de la alianza en disímiles sectores, todo ello en un contexto de subversión, intentos de golpes de estado y un bloqueo que no ha cesado.
En la apertura de la Cumbre del ALBA, Díaz-Canel reafirmó que la Alianza es un paradigma incuestionable de solidaridad, cooperación y concertación entre sus miembros, y esos valores constituyen su principal fortaleza.
Siempre juntos a Venezuela y Nicaragua
En la Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos, el presidente Miguel Díaz-Canel reiteró la solidaridad de Cuba con Venezuela y Nicaragua, principales objetivos de los más recientes ataques para desmontar los avances en materia de soberanía y justicia social.
En ese sentido, reiteró que el ALBA es bastión infranqueable contra los intentos de las fuerzas mercenarias de aislar a esos dos países, y ratificó que siempre estaremos junto a esos hermanos de lucha.
La observancia de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz es esencial para preservar la estabilidad en el área, remarcó.
También evocó Díaz-Canel las lecciones de historia brindadas por el Héroe Nacional de Cuba, y compartió con los presentes el ideario del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, a quien llamó el más martiano de los martianos.