Si de autoestima se trata
Un aspecto muy importante de la personalidad, del logro de la identidad y de la adaptación a la sociedad, es la autoestima
Un aspecto muy importante de la personalidad, del logro de la identidad y de la adaptación a la sociedad, es la autoestima; es decir, el grado en que los individuos tienen sentimientos positivos o negativos acerca de sí mismos y de su propio valor.
Así lo confirman los especialistas. De igual forma explican que la autoestima es la capacidad que tiene la persona de valorarse, apreciarse y aceptarse a sí misma, es el amor propio en sí y su percepción evaluativa.
Pienso que mucho se puede hablar sobre este tema. Está relacionada con muchas formas de conducta. Las personas con una autoestima elevada suelen reportar menos emociones agresivas, negativas y depresión, asimismo pueden manejar mejor el estrés por lo que experimentan menos efectos dañinos para su salud.
Hay a mi juicio algo bien claro: La época importante para el desarrollo de la autoestima es la infancia intermedia. El niño, aquí, compara su yo real con su yo ideal y se juzga a sí mismo por la manera en que alcanza los patrones sociales y las expectativas que se ha formado y de qué tan bien se desempeña.
Las opiniones de los niños acerca de sí mismos tienen un gran impacto en el desarrollo de la personalidad, en especial en su estado de ánimo habitual.
Por tanto, la autoestima es el concepto que tenemos de nuestra valía y se basa y se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante nuestra vida.
Las impresiones y evaluaciones así reunidas se juntan en un sentimiento positivo hacia nosotros mismos o, por el contrario, en un incómodo sentimiento de no ser lo que esperábamos.
Considero que construir o reconstruir la propia autoestima es todo un proceso que requiere de nuestra atención, especialmente si se ha vivido mucho tiempo tratando de satisfacer las necesidades y expectativas de otros.
Este proceso parte de escucharse a uno mismo y de identificar qué hace única a la persona que somos: capacidades, limitaciones, miedos, deseos, sensaciones, etc.
Por tal razón, se hace imprescindible lograr una autoestima sana y en este sentido los especialistas refieren que se puede decir que el proceso culmina cuando asimilamos que cada persona es importante; que nadie vale más que otro y que podemos sentirnos contentos con quiénes somos, incluso si reconocemos que podemos escribir una lista extensa con nuestros defectos.
Ahora bien, ¿cómo lograr una autoestima sana? Pues, una autoestima sana se logra cuando se es más seguro de sí y de lo que tienes para ofrecerle al mundo, cuando estás capacitado para poder ver lo bueno de los demás y del mundo que te rodea, cuando te sea más fácil dejar el pasado atrás y experimentar lo bueno del momento presente o eres más fuerte para afrontar la adversidad y los fracasos, cuando has desarrollado la capacidad de perdonarte a ti mismo y a otros y reafirmas tus valores, tu integridad y tu forma de ser, cuando cuidas más de tu salud, tanto de la física como de la mental, estás en condiciones de desarrollar una postura optimista ante la vida y de vivir de acuerdo a ella.
Así estarás más contento y podrás compartir tu alegría con otros más fácilmente, al tiempo que te sentirás más capacitado para responsabilizarte de tu propia vida y de lo que haces con ella.
Marelis Corvea