Para Dayana y Carlos Ariel este será un verano diferente. Ellos, no solo deberán cumplir a cabalidad con las medidas establecidas en el país para evitar la propagación y contagio de la COVID-19, sino que, además, tendrán la responsabilidad de velar porque otras personas también lo hagan.
«La idea es que podamos evitar que existan aglomeraciones en las playas y lograr que todos respeten las medidas de aislamiento y entiendan la necesidad de cumplir con lo establecido para garantizar la seguridad de todos», comentó Dayana Arlén Machín Bejerano, estudiante de segundo año de la carrera de Derecho en la Universidad Hermanos Saíz Montes de Oca.
«El principal reto es conseguir que todos mantengan la disciplina. Nosotros realizaremos un trabajo profiláctico con los visitantes, que incluye -fundamentalmente- advertir a las personas sobre la importancia de usar el nasobuco y evitar las actividades que impliquen grupos reunidos en un mismo espacio», explicó Carlos Ariel Abreu Cordero, quien cursa el tercer año en la carrera Pedagogía Sicología, en la Sede Rafael María de Mendive.
«Y sí, la tarea es compleja, porque no sabemos a qué nos enfrentaremos, ni cuál será la reacción de la gente, pero para eso estamos nosotros, no para requerir a nadie, sino para convencer y ayudar como siempre lo hemos hecho», añadió.
En sus voces se siente la alegría y los deseos de comenzar ya la nueva tarea. Y es que estos voluntarios por la vida, forman parte de los más de 270 jóvenes que en Vueltabajo, permanecerán en los principales lugares de baño para vigilar que no se cometan indisciplinas sociales y que las personas actúen con responsabilidad.
«Ellos estarán presentes en 15 playas principales, ubicadas en varios municipios costeros, pero vamos a potenciar -incluso con apoyo de la capital provincial- las zonas de Bailén y Boca de Galafre, que son las más concurridas», informó el secretario del Comité Provincial de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), Yoel Rodríguez Díaz.
«Además, tendrán un solapín o un brazalete que los identificará, en tanto recorrerán los alrededores de los balnearios sobre todo para dialogar con la población y hacer un llamado a la conciencia y la responsabilidad individual de cada cual, de manera tal que haya esparcimiento, pero también aislamiento», aclaró.
Asimismo, según expuso el dirigente juvenil, los integrantes de este contingente estarán distribuidos en todos los territorios de la provincia, en tanto habrá una rotación semanal, para la mayor cantidad posible se sume a la iniciativa.
Con la apertura del verano el próximo 11 de julio, iniciará esta nueva experiencia para Dayana y Carlos Ariel. Ellos hoy, confiesan sentirse orgullosos de poder aportar su granito de arena a la lucha del país contra la COVID-19.
«Creo que esta es una labor muy importante porque así ayudamos a prevenir un rebrote de la enfermedad en nuestra provincia, que por más de 50 días se ha mantenido sin reportar casos positivos», manifestó Dayana.
Sacrificar parte de sus vacaciones para dedicarlas a este proyecto, tampoco es importante para ella, «mientras que sea para apoyar a la nación, para mí es una verdadera satisfacción. Además, a todos nos gusta la playa y allí, aunque estemos cumpliendo una labor, también tendremos tiempo para recrearnos», agregó.
Carlos Ariel lo tiene claro, «nosotros no estaremos solos, trabajaremos por dúos y podremos contar con la colaboración de los agentes de la Policía Nacional Revolucionaria, lo principal es mantener la educación, la paciencia y la profesionalidad a la hora de dialogar con las personas.
Este es el llamado que nos hace el Consejo de Defensa Provincial y no podemos fallarle. Lo más importante es el compromiso, los deseos y el empuje que uno le ponga, y eso está garantizado», afirmó.
«El entusiasmo y el dinamismo no faltarán, por supuesto, tenemos que, con la alegría que nos caracteriza, demostrar que, a pesar de las limitaciones impuestas por el nuevo coronavirus, los pinareños sí sentimos el verano. Para ello estamos pensando en varias iniciativas, por ejemplo, crear un grupo musical con los aficionados y hacer mucha propaganda, o sea, utilizar el arte para crear conciencia», sentenció.
Diversión con responsabilidad
Durante este Verano por la vida, todas las actividades planificadas en la provincia cumplirán con las orientaciones del país, para la etapa de recuperación pos COVID-19 y se concentrarán fundamentalmente en las comunidades y consejos populares.
Por ello, los campamentos juveniles serán diferentes con respecto a otras oportunidades, pues funcionarán, esencialmente, como una Zona Joven.
«Los haremos en cada uno de los municipios, uno en el mes de julio y otro en agosto, de manera tal que en total serían 22 campamentos durante toda la etapa estival. Los participantes serán jóvenes que durante los últimos meses se han destacado en las diversas tareas de la UJC, porque esta también es una forma de estimularlos», argumentó Rodríguez Díaz.
«Tampoco no van a pernoctar en un centro como se hacía tradicionalmente, sino que los programas incluyen actividades productivas o de corte social en la mañana y la tarde, la dedicaremos a la recreación sana, ya sea en playas, piscinas o cualquier otro espacio, que dependerá de las características y potencialidades de cada territorio», puntualizó.
Activos en la etapa estival
Asimismo -como lo han hecho hasta ahora- durante estos dos meses, las nuevas generaciones de pinareños se incorporarán a tareas de impacto.
«Por ejemplo, estaremos velando por el cumplimiento de las medidas higiénico sanitarias en las guaguas y transportes populares; continuará funcionando el contingente energético creado, de manera tal que brigadas de jóvenes visitarán los centros altos consumidores de la provincia y también algunos hogares, para una vez más hacer un llamado a la conciencia y el ahorro», aseguró el secretario de la UJC.
«Se mantiene la producción de alimentos como una prioridad, por lo que trabajaremos en organopónicos, cooperativas, polos productivos, para contribuir a las labores que tributen a la alimentación del pueblo», acotó.
Este será un verano diferente, está claro, por eso, en Pinar del Río, la idea es disfrutar al máximo de la etapa estival, pero con responsabilidad y disciplina.