Cada 1 de diciembre en Cuba, la radio celebra el Día del locutor en homenaje a la realización en La Habana del segundo Congreso Interamericano de Locutores este propio día de 1954.
Al llegar cada 1 de diciembre en Cuba, la radio celebra el Día del locutor. Es un homenaje a la realización en La Habana del segundo Congreso Interamericano de Locutores este propio día de 1954.
Es un buen momento para agasajar a los profesionales de la palabra por su meritoria entrega al trabajo. Son ellos quienes tienen bajo su responsabilidad informar, educar y entretener a los oyentes sobre la base de conocimientos sólidos. Movilizan al pueblo y con su voz dibujan cada suceso.
El verdadero locutor de estos tiempos debe prepararse para todo y para todos; tener conocimiento de las diversas materias, para sus intercambios con especialistas. Es la voz de ese pueblo que lo escucha y con quien en muchas ocasiones el oyente canaliza sus insatisfacciones.
Debe superarse constantemente, estudiar y ser disciplinado, ya que se dirige a un público muy variado y que merece respeto, que precisa de la información veraz e inmediata. Requiere ser creíble para cultivar una audiencia fiel que se sienta orgullosa de sus comunicadores.
Se trata de un hermoso y difícil arte del que nunca dejamos de aprender, pero requiere de entrega y sacrificio, es una labor que no repara horarios, puede ser mañana, tarde o noche y porque no, también en la madrugada, en tiempos de coberturas en las que se necesita mucho del apoyo familiar.
Hoy día en Cuba el profesional del micrófono ocupa un puesto privilegiado y su función cobra una gran connotación que trasciende fronteras. Por todo lo anterior sirva este día para crecerse aún más en la profesión.
