Hoy más que nunca el actuar de los jóvenes, es esencial como entes sociales en los procesos de cambios y transformaciones de la sociedad y en el desafío a problemas del presente y el futuro.
Sandino-El Día Internacional de la Juventud, se celebra cada 12 de agosto, declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, dando cumplimiento a la recomendación de la Conferencia Mundial de Ministros encargados de la Juventud, a raíz de la primera sesión del Foro Mundial de la Juventud de 1996
La efeméride tradicionalmente deviene en festejo a través de acciones de diversas índoles protagonizadas por los jóvenes. Todas encaminadas a incrementar su conocimiento sobre la situación global de la juventud. También promover políticas trazadas sobre la base de la comprensión de sus necesidades y aspiraciones.
Hoy la celebración es diferente marcada por la compleja situación epidemiológica que atraviesa el país por la COVID-19. Para la ocasión los jóvenes hacen notoria su presencia desde casa y a través de redes sociales; nuevo campo de batalla de los últimos tiempos.
Los jóvenes presentes en cada tarea
El actuar de los jóvenes es esencial en los procesos de cambios y transformaciones de la sociedad y en el desafío a problemas del presente y del futuro. Así lo demuestran en cada tarea de enfrentamiento a la pandemia en hospitales, centros de aislamiento, en zona roja, en pesquisas y en labores de mensajería solidaria. Asimismo, respondieron con profesionalidad, dignidad y patriotismo ante las manifestaciones recientes que trataron de desestabilizar el país.
Esa es nuestra juventud, la de Cuba, esa que la identifica el entusiasmo, la alegría y es enérgica. A ellos se les atribuye gran significado en la isla; así lo enseñó el Líder de la Revolución Cubana Fidel Castro. Él siempre tuvo mucha fe en la joven generación. Para ellos planteó disímiles objetivos con el propósito de lograr que la juventud cubana fuera responsable y que tuviera valores revolucionarios, altruista, de sacrificio, de una ética y moral elevada.
Inculcó en ellos carácter, voluntad, amor a la patria, a la Revolución y confianza en sí mismos. Aseguró que sobre los hombros de la juventud se pueden depositar grandes tareas. Fue incansable en la búsqueda de alternativas para que no quedara un joven desvinculado del estudio o el trabajo y se formara integralmente.
En esta nueva celebración de los jóvenes sin la presencia física de Fidel, vale reciprocar con el ejemplo, por el camino que el líder histórico les señaló, bajo la guía de Raúl y de Miguel Díaz-Canel. Sirva su legado como la fuente de inspiración para crecerse y no flaquear, pensar que todo es posible y no defraudar la confianza de quien en manos de los jóvenes siempre puso su esperanza de victorias.
Este es también el momento de la juventud
