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El reinicio de la guerra necesaria acicate para la definitiva liberación

El 24 de febrero de 1895 reiniciaron las luchas en la manigua, José Martí , Máximo Gómez y Antonio Maceo fueron determinantes

Estallido independentista necesario, figuras cimeras intentaban dar inicio a una nueva etapa de lucha. Era consecuencia de duros años para los cubanos. Como estandarte fehaciente Martí organizaba la próxima contienda. Sería el momento para que volviera a vibrar el fragor de la lucha, la valentía de los cubanos, la osadía en los campos de batalla.

Nada trepidaba con más ahínco que la pelea por la libertad, ya había experiencias de enfrentamientos anteriores, solo bastaba la unidad, la lealtad y el tesón.

Había que organizar a los dispuestos a la querella contra España, la efervescencia revolucionaria estaba apegada al sentir de los cubanos , no más atropellos, no más maltratos, necesitaban la definitiva libertad.

Y cómo adarga de estoicismo Martí se aventuró a revivir el espíritu revolucionario de los que yacieron en la desgracia de la guerra , de los que vivían imperturbables ante la ignominia.

¡Cuánta bravura llenó la sangre del cubano oprimido! No hubo muchos reclamos, a través del Partido Revolucionario Cubano, hallaría como convencer a los hombres de armas de las pasadas contiendas para incluirlos en la guerra del 95.

El Apóstol predicaba Revolución, su voz era reclamo y advertencia ante la sumisión de muchos, el desencanto y parsimonia de tantos, y era un grito a la defensa soberana de la patria redimida, a completar una revolución, a la fundación de una República nueva, “con todos y para el bien de todos”.

El 24 de febrero de 1895 reiniciaron las luchas en la manigua , cantos de libertad acompañaron a hombres y mujeres , la fuerza vibrante de las ideas , anhelos y angustias aunaron a los valientes, José Martí , Máximo Gómez y Antonio Maceo fueron determinantes en la preparación y el desarrollo futuro de la guerra.

Valerosos combatientes dignificaron con su arrojo la patria agradecida, la sangre derramada no cayó en vano, muchos no volvieron a ver la luz, pero el brío redentor de los cubanos, las experiencias, el pensamiento martiano , y el sacrificio aprendido sirvieron para posteriores contiendas.
El reinicio de la guerra necesaria un acicate para la definitiva liberación.

Raisa Díaz Miranda

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