Las visitas integrales realizadas por el Gobierno provincial a los municipios son esenciales para fomentar el diálogo constructivo y la toma de decisiones estratégicas, enfocándose en la eficiencia y en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, especialmente en áreas vulnerables
Por Marisol Martínez Regalado
En medio de no pocas dificultades, muchos refieren lo importante que resulta realizar visitas integrales a los municipios por parte del Gobierno provincial. Este sistema de trabajo tiene que ver con las líneas estratégicas de cada lugar partiendo de cuáles son las prioridades.
No sorprende el hecho de volver una y otra vez, pues del intercambio con autoridades políticas y de Gobierno, directivos y trabajadores, trasciende la necedidad de fijar mayor atención a las preocupaciones y planteamientos de la población. Una oportunidad para repensar en cómo influir, dar paso al análisis y con él, al cambio.
Las dinámicas otorgan mayor atención a los consejos populares y a las problemáticas que trascienden y que involucran a no pocos organismos y entidades en su solución. Es por eso que esta apuesta va más allá de ofrecer opciones para que la población se sienta atendida. Implica, a partir de la responsabilidad social, llegar a un mayor número de personas y desde la gestión de este sistema de trabajo aprovechar los recursos, las potencialidades de cada lugar y de asumir las necesidades poniéndose en el lugar de la
gente. Presume además, replantear las políticas que tributan al bienestar e identificar aquellas que necesitan ser fortalecidas con enfoques actualizados.
Defender esa voluntad ahora en condiciones realmente complejas, de desafíos cotidianos, personales y colectivos, implica tomar decisiones fundamentales con la mirada siempre en la producción de alimentos y en las necesidades y aspiraciones de todos por igual.
A propósito de algunos debates, en la construcción de viviendas, uno de los temas más abordados, el territorio trabaja con la urgencia que este vital asunto requiere por su impacto directo y cotidiano en la vida de la población, sobre todo de las personas más necesitadas. Lo anterior no transita solo por voluntad e interés de los involucrados en la solución del problema, depende también de la disponibilidad de recursos y de la autoridad y cualidades de los cuadros implicados y su constancia.
Las visitas integrales al municipio ratifican algo fundamental: hay que saber escuchar y crear un ambiente propicio para la explicación y el diálogo. Ese es su propósito con la presencia de los directivos con mayor implicación.
La solución de muchas dificultades exige elevar la eficiencia para en el orden económico y social elevar los resultados. Habrá que mejorar el funcionamiento de los grupos de prevención en lo cual insistía Niurka Rodríguez Hernández, vicegobernadora de la provincia, ante cuestiones que no tienen que esperar por una decisión superior.
Frente a esa realidad habrá que añadir a los poblados en situación de vulnerabilidad, esos que necesitan una transformación en lo material y espiritual con vistas al futuro con todos y para el bien de todos.