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Garantizar la bioseguridad, un reto para la Empresa Avícola

En Pinar del Río, la obtención de huevos resalta como uno de los renglones que convierten a la provincia en imprescindible por el aporte que realiza a nivel de país

El trabajo productivo con las condiciones indispensables garantizadas resulta, en cualquier economía, una fuente rentable y eficiente de ingresos. En Pinar del Río, la obtención de huevos resalta como uno de los renglones que convierten a la provincia en imprescindible por el aporte que realiza a nivel de país.

Sin embargo, como contraste con los datos de elevada productividad, se presenta la poca disponibilidad de recursos de bioseguridad que son definitivamente la garantía de una vida reproductiva adecuada para los animales, un desempeño decoroso de los trabajadores y una explotación óptima de las instalaciones de la Empresa Avícola Pinar del Río (CAN).

Según afirmara Gladys Aguado Valdés, directora general de la entidad, el plan de mantenimiento a unidades contaba este año con el 80 por ciento de su valor destinado a la bioseguridad, el cual se encuentra incumplido por déficit de recursos que en su mayoría requieren de importación.

Entre los problemas más acuciantes se encuentra la vulnerable seguridad que tienen los centros de producción, al contar ya tres años desde la última vez que se reforzaron las cercas perimetrales con mallas y mantas plásticas.

A pesar de la favorable situación financiera en moneda nacional y pesos libremente convertibles con que cuenta el CAN, la compra de insumos deviene una dificultad difícil de sortear por el acceso a mercados internos donde comprar estos recursos.

El factor humano es, entre todas las incidencias, especialmente analizado debido a que dependen de su atención, las variables más sensibles que aportan a ciclos productivos satisfactorios. De modo que la empresa es consciente de los problemas que afrontan sus trabajadores con respecto a la disponibilidad de botas de goma, necesarias para transitar por los deteriorados viales internos de las unidades y para la protección de las personas y los propios animales.

Aguado Valdés afirmó que las perspectivas apuntan a que quizás en el mes de noviembre pudieran tener respuesta favorable sobre esta dificultad, con la probable importación de calzado para estos fines.

Por otra parte, es necesario resaltar que la ropa se encuentra en manos de los trabajadores, así como que existe cantidad suficiente de cloro para agregarle al agua de los animales y para la desinfección en la entrada de los filtros sanitarios.

Un aspecto que sí tiene controlado la empresa es la presencia de la influenza aviar, que hasta el momento no ha afectado a grandes volúmenes de animales y cuyo control se realiza a través de un monitoreo en todos los municipios de la provincia y el traslado oportuno de los medicamentos necesarios hasta las unidades que pudieran tener riesgo de infección.

Trabajar más y mejor, depende también de las condiciones en que se haga y a pesar de que los empleados han sorteado con resultados halagüeños la escasez, esto no quiere decir que, ante el déficit de recursos, la producción no corra riesgos de deterioro en el tiempo. Son momentos de soluciones eficientes y alternativas que a largo plazo se conviertan en respuestas inteligentes y rentables. Pongámonos todos a la tarea.

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