Nuestro Partido es único porque garantiza nuestra unidad, en un mundo en el que prevalece la fragmentación política de las fuerzas de izquierda frente al avance del neoliberalismo
Nuestro Partido es único porque garantiza la unidad de todos los cubanos que desean continuar construyendo una sociedad más democrática, inclusiva y justa. Garantiza, estratégicamente, nuestra unidad, en un mundo en el que prevalece la fragmentación política de las fuerzas de izquierda frente al avance del neoliberalismo. Los centros de poder capitalista comprendieron que, para vencer, debían dividir, golpear o coaptar las formas colectivas de organización, resistencia y lucha que significaran una amenaza real y efectiva para el sistema. De ahí la pretensión de que imitemos el pluripartidismo, que solo vendría a obstaculizar cualquier posibilidad de una sociedad más democrática.
Nuestro Partido es único porque empodera al pueblo cubano, y es su principal recurso en la defensa de sus derechos frente a agendas subversivas sostenidas desde el exterior, que en 60 años no han dejado de presionar para imponer un sistema que barrería con ellos.
Nos empodera en un mundo de excesiva vulnerabilidad y desafiliación social en el que cada quien está obligado a buscar soluciones biográficas ante las crisis sistémicas. Prevalece el «sálvese quien pueda» en sociedades de altos riesgos. Quien lo dude debe saber que más del 55 % de la población mundial, 4 000
millones de personas, no ha podido contar con ninguna forma de protección social durante este periodo de crisis humanitaria que estamos viviendo; 1 300 millones son pobres multidimensionales, o sea, pobres no solo por recibir bajos ingresos, sino por estar excluidos de los sistemas de Salud, Educación, del acceso al agua potable, entre otros derechos. La mitad de ellos, 662 millones, son niños.
Nuestro partido es único por la tradición de lucha y la fortaleza moral en que se sustenta, en una región en la que, por lo general, la rutina de los partidos políticos es la de los shows mediáticos, el escándalo y la corrupción. Es heredero del espíritu con que fue creado el Partido Revolucionario Cubano: partido para la lucha por nuestra independencia, antimperialista, defensor del más noble ideario antirracista y de justicia social.
Nuestro Partido es único porque es comunista, en un mundo en el que el capitalismo está en crisis, la derecha ataca con virulencia los derechos humanos defendiendo sus intereses de clase, y el centro no constituye una alternativa real para enfrentar las estructuras capitalistas de dominación y saqueo de nuestros pueblos.
Nuestro Partido es único porque es el partido del pueblo y para el pueblo; el de las bases, en cada centro de trabajo, en cada barrio; el del intelectual y el obrero; el que somete a debate público los conceptos en que se fundamenta nuestro proyecto de país, el que ha superado increíbles desafíos y ha asumido contradicciones, sin abandonar el camino de nuestra soberanía; el que ha dado muestras de una férrea voluntad de sacar adelante una nación bloqueada, el de la lucha inquebrantable contra el bloqueo, el primero en dar el paso al frente cada vez que el país lo necesita.
Nuestro Partido es único porque resiste, sin debilitarse, a todo tipo de violencias simbólicas dirigidas a atacar su legitimidad, a linchar a sus líderes, a ridiculizar o a estigmatizar sus fundamentos y manipular su historia.
Nuestro Partido es único porque es nuestro, no es un club de millonarios sin arraigo popular alguno, desentendido del destino de los humildes, no es la tapadera de los intereses de una potencia extranjera, no es un instrumento para ganar elecciones a base del clientelismo, la compra de votos y la manipulación mediática.
Nuestro Partido es único porque no es perfecto, ni está bien idealizarlo, pero ha asumido sus propios errores con sentido autocrítico siempre que ha sido necesario. Fogueado al calor de un proceso social complejo, que no ha estado exento de contradicciones, tiene por delante los desafíos propios de esta época, que no son desestimables.
El balance de los poderes políticos y económicos en el mundo de hoy es especialmente hostil para una alternativa socialista, más si se trata de un país pequeño y económicamente pobre, como el nuestro. La dominación de la cultura del consumo, la idealización del liberalismo, el avance del colonialismo cultural y la demonización del comunismo, dejan un escenario muy difícil en materia de formación política e ideológica.
El uso de las redes sociales por parte de la contrarrevolución financiada desde Estados Unidos, como recurso para la fabricación y gestión de la opinión pública nacional sobre temas sensibles, perfila un escenario en que la capacidad de respuesta de nuestras organizaciones está especialmente puesta a prueba. Pero nuestra tradición de lucha es sólida y las fortalezas con que contamos para desarrollar estrategias y agendas propias se impondrá.
Nuestro Partido es único porque se crece ante los retos, mira hacia adelante consciente de su compromiso con nuestro pueblo, nuestros mártires, nuestros héroes y nuestra historia; lidera cambios aunque lo señalen por dogmático; se fundamenta en principios ideológicos claros y en un acervo encomiable de conocimientos científicos para apoyar cada jornada en que nuestra nación se levanta dando lo mejor de sí.
Nuestro Partido es único porque es nuestra garantía para soñar y trabajar por un país mejor para todos.