Leyendas y tradiciones de Guanahacabibes
La tradición oral recoge un número considerable de leyendas sobre la Península de Gunahacabibes
La tradición oral recoge un número considerable de leyendas sobre la Península de Guanahacabibes , en su mayoría vinculadas con tesoros, piratas ,escondidos , entre ellas encontramos la referida ala Cueva de La Sorda cuentan que en el interior de caverna las luces se apagan porque no hay oxígeno. Dos muchachas habitan en ellas, una convertida en caimán y la otra en majà, pues su padre las encantó para que protegieran un fabuloso tesoro allí escondido Quien las desencante descubrirá el famoso entierro de monedas de oro.
Otra de las leyendas habla sobre un capitán ingles que tenía a sus órdenes una gran cantidad de piratas , cuando obtenía un botín , no lo repartía, alegando a sus subordinados que lo harían cuando reuniera una fortuna grande.Al arribar a tierra, cuando el momento llegó , trasladaron el oro , lo enterraron en una cueva y realizaron una fiesta , en la que el capitán envenenó el vino y salio corriendo , al no poder operar su barco solo fue capturado por los españoles y ahorcado en Campeche.
Una de las leyendas má conocidas
Quizás una de las leyendas má conocidas de este lugar donde se guarda el sol de Cuba es la referida a el avión norteamericano de reconocimiento en el 1944, frente a las playa los Cayuelos, sostuvo un encuentro con un submarino yanqui, el submarino hizo blanco y el avión se estrelló, en el mar , algunos tripulante lograron salvarse pero el piloto falleció`, arrastrando al avión a la espesura del bosque.
En el cabo los pobladores durante toda una noche realizaban un baile, similar a un guateque campesino , pero los cantos y la música tenían cierto aire de las décimas canarias,. En estas fiestas hubo un baile en particular el de “La Mariposa´´que se bailaba en forma de danza y contradanza, donde las muchachas lucían unas extensas sayas floreadas Este aún se recuerda en comunidades como La Jarreta, Malpotòn, El Cayuco y Las Martinas.
Las celebraciones eran amenizadas por conjuntos musicales que los propios vecinos, quienes aprendían de forma autodidacta a tocar la guitarra, el tres y otros instrumentos, como la tumbadora, la que sustituían con una cuba colocada boca abajo, también usaban la marimba o marìmbula, este ultimo nombre era usado en la zona.