Hoy, hace 57 años, Fidel anunciaba al mundo un hecho extraordinario: ya no existían en nuestra Patria cubanas y cubanos que no sabían leer y escribir
Hoy, hace 57 años, Fidel anunciaba al mundo un hecho extraordinario: ya no existían en nuestra Patria cubanas y cubanos que no sabían leer y escribir. Cerca de un millón de compatriotas ya no eran analfabetos.
Esta hazaña se logró en menos de un año, hecho reconocido por la UNESCO en su informe sobre la Campaña Nacional de Alfabetización. ¿Cómo se logró este aparente milagro?
Por la voluntad política y una dirección valiente e inteligente decidida a defender la soberanía; también por la creciente unidad del pueblo, integrado por obreros, campesinos, intelectuales, estudiantes, profesionales y amas de casa que asumieron diversas tareas de alfabetizadores y facilitadores del proceso.
Los más de trescientos mil maestros y profesores formados por la Revolución, con su heroísmo cotidiano, están presentes en los más recónditos rincones y tienen en sus manos la formación de las nuevas generaciones.
Gracias profe
El maestro, que puede haber sido en una etapa juvenil de su vida un alfabetizador, ese maestro del que debemos hablar a nuestros hijos, a nuestros nietos, es una persona que debe ser reconocida por todos los miembros de nuestra sociedad.
¿Quién no recuerda con gratitud y admiración a maestros y profesores que los ayudaron a convertirse en buenos ciudadanos, trabajadores, profesionales, intelectuales o científicos, cuyo ejemplo y enseñanzas recordaremos siempre y hacia los cuales sentimos un profundo agradecimiento y admiración?
Con el homenaje a nuestros educadores, rendimos también merecido tributo a nuestro querido Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, fiel continuador del pensamiento pedagógico de José Martí, que ejerció un magisterio a escala social rebasando los marcos de nuestra Patria y fue capaz de engendrar profundos sentimientos solidarios hacia otros pueblos hermanos.