El 70 % de la producción de hojas de tabaco se concentra en Pinar del Río, un territorio en el que se estima que la tormenta tropical afectó cien hectáreas de las 371 que había plantadas
PINAR DEL RÍO.–Pedro Luis Rivera asegura que no vale la pena lamentarse por lo que sucedió. «Ahora lo que hay que hacer es trabajar duro, para recuperarnos de las afectaciones», dice.
Como muchos otros campesinos de Pinar del Río, Pedro Luis Rivera perdió una parte de su trabajo a causa de las lluvias de la tormenta tropical Eta y, además, se ha visto obligado a seguir aplazando las siembras correspondientes a la campaña de frío, por el exceso de humedad de los suelos.
En un túnel semiprotegido, a un costado de su finca, en el municipio pinareño de San Luis, 100 000 posturas de tabaco que ya debían estar creciendo en sus vegas, aguardan porque el tiempo le permita iniciar las plantaciones de la cosecha 2020-2021 de una buena vez.
Se trata de una situación que golpea a la provincia y que, sin duda, implicará el corrimiento del cronograma de su principal cultivo.
Justo Luis Fuentes, presidente del Grupo Empresarial Tabacuba, reconoce que antes de la llegada de Eta, ya existían atrasos en la mayor parte del país, debido a las lluvias.
Sin embargo, asegura que a pesar de esta situación, que se ha agravado sensiblemente con el paso de la tormenta tropical, no se renuncia a las 30 000 hectáreas previstas ni a lograr una buena cosecha.
«En otros momentos hemos enfrentado este tipo de fenómenos. Por tanto, existe la experiencia de cómo recuperar lo perdido».
En 2019, la actividad tabacalera le reportó al país ingresos por 297 millones de dólares, una cifra que habla por sí sola de la importancia de este cultivo para la economía cubana.
El Director de Tabacuba advierte que el 70 % de la producción de la hoja se concentra en Pinar del Río, de ahí que lo que suceda en las vegas de Vueltabajo resulta decisivo para el sector.
Según informaciones preliminares, las lluvias de Eta dejaron afectaciones en cerca de cien hectáreas, de las 371 que había plantadas acá hasta el momento.
Además, provocaron daños en unos 77 000 canteros de semilleros. Sin duda, un golpe severo del que los campesinos de esta provincia han empezado a reponerse.
«Ya se trabaja en el saneamiento de plantaciones y semilleros», asegura Justo Luis Fuentes, y añade que los productores que lo perdieron todo han expresado su voluntad de volver a empezar.
De manera general, la agricultura resultó el sector más castigado por el fenómeno meteorológico, que vino a llover sobre mojado, en una provincia que en el mes de octubre había registrado más del doble de las precipitaciones de su media histórica.
Aunque también hubo averías en el servicio eléctrico –que ya han sido recuperadas casi en su totalidad– en una treintena de viviendas, y en algunas instalaciones del comercio, educación y cultura, los campos pinareños llevaron la peor parte con el azote de Eta.
Evaluaciones preliminares arrojan pérdidas en las viandas, hortalizas y en unas 900 hectáreas de arroz, de mil que se encontraban en cosecha.
Ante esa realidad, hoy se insiste en salvar todo aquello que pueda rescatarse, y relanzar la campaña de frío.
Para ello, el presidente del Consejo de Defensa Provincial, Julio César Pimentel, expresó que habrá que impulsar un movimiento popular de apoyo a la recuperación.
En una comparecencia ante la televisión local, aseguró que «existe una gran voluntad entre nuestros campesinos por sobreponerse a esta situación. Pero en las condiciones actuales, ellos solos no podrán revertir el atraso tan grande que hay.
«Es por eso que surgió la propuesta de involucrar a todo nuestro pueblo en jornadas de trabajo voluntario en la producción agrícola».
Aun cuando el impacto de la tormenta tropical sobre el territorio ha sido severo, el Presidente del Consejo de Defensa Provincial, afirmó que, con el espíritu de laboriosidad que los ha distinguido siempre, los pinareños sabrán volver a crecerse ante la adversidad.