El Presidente cubano participó en la sesión inaugural del Encuentro Internacional Justicia y Derecho; visitó la feria de Alimentos Cuba 2.0 el Kennedy Center de Washington DC.
El Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez cumplió este miércoles una intensa agenda de trabajo en la capital que agrupó temas tan importantes como la impartición de justicia, la producción de alimentos y la cultura como defensora de la identidad de la Isla.
La jornada comenzó en la mañana con la sesión inaugural del IX Encuentro Internacional Justicia y Derecho 2018, en el Palacio de las Convenciones; continuó más tarde en la feria Alimentos Cuba 2.0, en Pabexpo; y concluyó ya entrada la tarde en el Centro Cultural La Plaza de 31 y 2, en el municipio de Plaza de la Revolución, donde sostuvo un emotivo encuentro con los artistas que participaron en la Cumbre de los Pueblos, en Perú, y en el Festival de las Artes de Cuba, en el Kennedy Center de Washington DC.
ENCUENTRO INTERNACIONAL JUSTICIA Y DERECHO
La cita de los juristas, que se desarrolla desde el 23 y hasta el 25 de mayo, cuenta con la participación de más de un centenar de delegados e invitados de 27 naciones, además de 315 cubanos, entre ellos los mejores estudiantes de Derecho de siete universidades del país.
Convocado por el Tribunal Supremo Popular de Cuba, con el auspicio de la Unión de Juristas de Cuba y la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, el encuentro se ha convertido en un espacio de prestigio, tanto en el ámbito nacional como internacional.
Así lo consideró el presidente del Tribunal Supremo Popular de la Isla, Rubén Remigio Ferro, al dar la bienvenida al evento que convoca al debate, a la reflexión y al intercambio entre los distintos operadores de los sistemas judiciales que hoy se reúnen en La Habana.
Con un pensamiento de consternación y pesar de los órganos de justicia cubanos ante las muertes provocadas por el accidente aéreo del pasado 18 de mayo comenzó su intervención, en la que destacó además la misión de los jueces, tarea que implica una noción e incentivo de lo justo, además de sinceridad, humildad, cortesía y prudencia. «No será buen juez, quien no sea virtuoso», señaló.
Con un programa científico amplio y diverso, Cuba se apresta a compartir sus saberes y a escuchar sobre nuevas experiencias, en medio de un proceso de actualización económica y social al cual nuestros juristas no permanecen ajenos, sino que se atemperan a la situación, valoró Remigio Ferro.
Como parte del programa científico, Díaz-Canel asistió a la primera conferencia magistral de la jornada, impartida por Roberto Viciano Pastor, catedrático de la Universidad de Valencia, sobre la aplicación del derecho constitucional del juez.
«Sigan apoyando a la Revolución», instó el Presidente a los artistas cubanos. Foto: Estudios Revolución
UNA FERIA MUY OPORTUNA
Más tarde, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros visitó la segunda edición del salón Alimentos Cuba 2.0, Feria Internacional de Alimentos, Bebidas y Tecnología alimentaria, que sesiona desde el 22 de mayo en el recinto expositivo de Pabexpo –ubicado en las cercanías del Palacio de las Convenciones–, con la participación de 115 expositores procedentes de 22 naciones, de ellos, unos 25 dedicados exclusivamente a producir equipos para la industria alimentaria.
Acompañado por la ministra del sector, María del Carmen Concepción González, recorrió varios de los stand allí montados y compartió con empresarios cubanos y extranjeros, que se han reunido en La Habana para potenciar la producción de alimentos en el país.
En estas jornadas de la Feria se realizan varias rondas de negocios, un foro de inversiones, la presentación de la Cartera de Oportunidades de Inversión Extranjera en la rama alimentaria, así como espacios de intercambios de conocimientos y experiencias.
En declaraciones a la prensa, el Presidente cubano consideró que «la Feria es muy oportuna porque estamos en un momento que queremos relanzar, modernizar y potenciar la industria alimentaria cubana.
«Incluso, en el Plan de la Economía de este año está como una prioridad dentro de las prioridades y muy potenciada como eje estratégico en las bases del desarrollo económico y social del país».
Refirió además que «este intercambio permite que los extranjeros vean las potencialidades de la industria alimentaria cubana. Aquí tenemos presente la producción, pero también la ciencia y la innovación en función de la industria alimentaria. Eso nos da un buen complemento para ir avanzado en las cosas que nos hemos propuesto.
«Este año hay un proceso inversionista grande. Yo diría que el más grande en los últimos diez años en la industria alimentaria; y poco a poco vamos a ir recuperando producciones que estaban muy deterioradas.
Sobre todo nos vamos a proponer nuevos productos, nuevos surtidos y también una ampliación de la producción, importante esto también para satisfacer necesidades alimentarias en nuestra población», concluyó.
LA CULTURA CUBANA ES NUESTRA MEJOR EMBAJADORA
Ya entrada la tarde, el Presidente cubano sostuvo un emotivo encuentro con los artistas que participaron en la Cumbre de los Pueblos, realizada en abril de este año en Perú, y en el Festival de las Artes de Cuba, en el Kennedy Center de Washington DC., en mayo, dos espacios en los que quedó demostrado que la cultura es la mejor embajadora de la Isla caribeña.
En el impresionante centro cultural La Plaza, de 31 y 2, ubicado en el popular barrio de la Timba en el capitalino municipio de Plaza de la Revolución, ocurrió la amena conversación en la que los artistas, con la emoción a flor de piel, citaron palabras como agradecimiento, experiencia única, excelente acogida de público, aplausos prolongados, soberanía, orgullo, cubanía… todas ellas muestras del impacto tremendo que tuvo la «batalla ganada» en Perú con la espada de la cultura y la instalación de un puente espiritual en el mismísimo corazón de Estados Unidos.
Sobre las presentaciones en el Kennedy Center se habló de que habían actuado más de 200 artistas cubanos de todas las manifestaciones; que durante dos años se estuvo preparando este colosal evento; que los auditorios estuvieron abarrotados; y que la organización y la atención mostrada por la prestigiosa institución norteamericana habían sido únicas.
De Perú se rememoró el difícil contexto del evento, donde también desde el arte se defendió nuestra soberanía y prestigio con el compromiso que a lo largo de nuestra historia han mantenido los artistas.
No por azar el Presidente cubano, en sus palabras, partió de la emoción que emanaba al ver a los artistas cubanos defendiendo la identidad de la Isla. Este encuentro, dijo, más que un reconocimiento oficial del Partido y el Gobierno, es un reconocimiento desde el sentir.
En ambos lugares, consideró Díaz-Canel, nuestros artistas se presentaron de una manera creativa, comprometida y elevada, lo cual es fruto de nuestro sistema de enseñanza artística, de su efectividad, eficiencia y grandeza, un sistema que mantenemos bajo una situación económica muy difícil, agregó.
Estos son espacios de comunicación entre los pueblos que no pueden ser sustituidos por nada y demuestran que a pesar de las diferencias ideológicas se pueden construir puentes desde el respeto, comentó.
Igualmente, reflexionó sobre lo útil que sería para nuestro pueblo que los artistas que estuvieron en Perú y Washington presentaran su arte en el país, en una especie de festival que los reúna a todos, idea que fue acogida con entusiasmo por ellos.
Sigan apoyando a la Revolución, sigan participando y mejorando nuestro proyecto social; sigamos unidos y aportando a la Revolución desde el arte, les dijo. Y junto al ministro de Cultura, Abel Prieto Jiménez, se despidió de cada uno con un fuerte estrechón de manos.