Wilfredo Melgarejo López, es un excelente joven a quien el nuevo coronavirus le puso a prueba nuevas vocaciones y es que el miembro de la Unión de Jóvenes Comunista que atiende la esfera de Pioneros apoyó en las labores de lencería en la escuela pedagógica Rafael Ferro Macías, actualmente convertida en centro de aislamiento.
Sandino-«A partir del mes de octubre el municipio entró en una cuarentena debido a la elevada tasa de incidencia provocada por los casos positivos la COVID-19.
Los jóvenes siempre a la vanguardia dimos un paso al frente para desarrollar tareas de impacto en los centros de aislamiento.
En mi caso particular apoyé en las labores de repartición de lencería a los médicos y al personal de apoyo.»
Aprendió el protocolo para enfrentar la COVID-19
Wilfredo Melgarejo López, es un excelente joven a quien el nuevo coronavirus le puso a prueba nuevas vocaciones y es que el miembro de la Unión de Jóvenes Comunista que atiende la esfera de Pioneros apoyó en las labores de lencería en la escuela pedagógica Rafael Ferro Macías, actualmente convertida en centro de aislamiento.
Él recuerda cada detalle del protocolo que aprendió en poco tiempo para proteger su salud.
« Aprendimos a proteger nuestra salud y para ello siempre usábamos los medios de protección establecidos cómo el nasobuco, las batas, las caretas protectoras, los guantes y los gorros. Estos medios nos protegían del contagio con la enfermedad.»
Trabajar en línea roja resultó para el un momento impactante.
«Para mi fue una experiencia conmovedora pues estábamos propensos a contraer está enfermedad, ya que tratábamos con pacientes positivos y contactos de positivos.
Sentí miedo y temor, lejos de la familia y enfrentado una enfermedad que no tiene rostro.»
Luego de cumplir con esmero la responsabilidad cumplió con la cuarentena necesaria y regresó a casa con una experiencia inolvidable.
«Una vez cumplida la misión, estuvimos pasando una cuarentena en el Hotel Cocibolca del municipio esperando el resultado del PCR.
Gracias a todos los cuidados que tuve y a Dios por cuidarnos regresamos a casa negativos a la COVID-19.
Creo que esta labor demostró cuanto podemos hacer los jóvenes en sentido de solidaridad y humanidad.»
Cuba tiene la más alta tasa de pacientes recuperados de la COVID-19 en América
