Cuba ocupa hoy titulares en medios internacionales por contar con cinco candidatos vacunales
A poco más de dos meses de que la pandemia del coronavirus formara parte de la historia del planeta, en Cuba no se registraba caso alguno. Hace hoy justo un año de que los primeros enfermos aparecieron en territorio nacional y, desde entonces, la gran batalla contra la COVID- 19 no ha tenido un solo día de descanso.
Del primer mundo nos llegaban imágenes aterradoras: hospitales y necrópolis colapsados; testimonios desoladores, dolor, rostros cubiertos, privación de besos y abrazos, distanciamiento.
Un crucero británico con personas contagiadas a bordo, necesitado de llegar a tierra firme para enviar a los enfermos a su país, fue rechazado por otros gobiernos. Fue entonces Cuba, enamorada de la vida, la que se ofreció para la operación que a otros causó pavor.
No le extrañó al mundo ver aquella imagen conmovedora que desde la cubierta del crucero dejaba leer Gracias, Cuba. Mucho menos a nosotros. Acostumbrados a la solidaridad y a la satisfacción que provocan las buenas acciones, vimos con absoluta naturalidad el gesto, y cuando la pandemia marcaba los días, tampoco nos asombraron ciertas cosas.
Nadie sufrió espasmos al ver a diario el rostro de nuestras instituciones comparecer y hablar al pueblo, como se les habla a los seres queridos. Nadie dudó de que tendríamos garantizada –por supuesto, gratuitamente, y en las más abusivas circunstancias económicas, a causa de un bloqueo brutal contra nuestro país– la atención médica para todos los cubanos. Para nadie fue sorpresa que la Brigada Henry Reeve enrumbara a tierras lejanas a devolver la salud a tantos y tantos ciudadanos del mundo.
No por real deja de ser proeza que Cuba ocupe hoy titulares en tantos medios internacionales, a causa de una verdad tan grande como su fuerza, la de contar con cinco candidatos vacunales, sin más competencia que ganarle la embestida a la pandemia. Ni son estos apuntes obras del azar.
La magia, fraguada por un hombre que pensó en todo, dura ya más de 60 años. La historia no nos dejaría mentir, en ella vive Fidel, construyendo y fundando.