Tantos análisis y preocupaciones sobre el presupuesto de este año 2023 en Sandino deben tener alguna razón. No por casualidad, el Consejo de la Administración evalúa sistemáticamente su ejecución en lo que va de año.
A juicio de muchos de los entendidos, el control de los recursos destinados a la prestación de servicios en el sector presupuestado, constituye un elemento de especial significado para la economía del municipio.
Ahora, ¿por qué la admitida preocupación a nivel municipal? Entre otras razones, obedece a la necesidad de lograr una administración eficiente dentro del ciclo presupuestario.
Es de vital importancia la correspondencia entre lo planificado y lo ejecutado, pues determina si los recursos asignados han sido empleados no solo dentro de los marcos aprobados sino también para cumplir los objetivos previstos.
Lo primero que debemos comprender es que Sandino dispone de un presupuesto de 319 millones 146 mil pesos para ejercer sus actividades. Ahora mismo resulta menos apretado por su incremento en relación con el de 2022. Pero no deja de ocupar insistentemente a los directivos porque estamos hablando de satisfacer esas demandas indiscutiblemente necesarias y a la vez cubrir los gastos corrientes de Salud, Educación, Asistencia Social, higienización entre otros pilares de nuestro proyecto social.
Aún así, el territorio cerró enero con un millón 110 mil pesos sin ejecutar de 118 millones 900 mil pesos. Y si le agregamos que el territorio arribó al 2023 con un déficit fiscal de 188 millones 143 mil 600 pesos, con más razón se impone un mayor control tanto en sus ingresos como en los gastos.
A las buenas intenciones, hay que añadir ideas, actitudes positivas para revertir poco a poco la situación. Entre todos urge actuar con acciones y palabras para generar ingresos con más prestaciones de servicios y ventas a la población. Sin dejar de reconocer que en enero hubo un incremento en los ingresos por encima de los siete millones de pesos de un plan de más de seis millones, es preciso asentir que febrero no pinta igual.
Obedece a incumplimientos de los ingresos en un millón 140 mil pesos. De modo que los resultados siguen obligándonos a buscar soluciones de las mil maneras, a atender con responsabilidad, disciplina y pensamiento positivo la realidad la cual demanda de todos hacer frente a los actuales desafíos.
Hay que pensar en las verificaciones presupuestarias y en lo que pueda influir ante la falta de análisis de las ejecuciones del presupuesto. Este controvertido tema precisa aproximarse más a los métodos de planificación, estados financieros y al registro contable de los hechos económicos.
El presupuesto debe parecerse cada vez más al territorio. La solución pudiera estar ahí, en controlar, exigir, presionar y ser más exigentes. Sobre el tema quedan otras aristas que abordar, pero este primer acercamiento tiene ante todo la intención de promover la reflexión y búsqueda de soluciones.
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