La Resolución 93/2023 del MINCIN establece que las entidades comerciales deben garantizar a los consumidores el acceso a los pagos electrónicos. Además, el crecimiento de la sociedad y la aparición de nuevos actores económicos hacen necesaria su adopción
La implementación del código QR para algunos pudiera ser un argumento sobresaturado en los medios locales y en cada espacio que resurge con insistencia en Sandino.
Ha sido un tema puntual en la reunión de cobros y pagos sin solución aparente. Pero, ¿cómo no tratarlo ante una realidad que se abre paso sin marcha atrás?¿ Cómo hacer caso omiso al llamado de la máxima dirección del país y lo que establecen las normas vigentes?
Sabemos de antemano que la Resolución 93/2023 del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) subraya la obligatoriedad de las entidades dedicadas al comercio de asegurarles a los consumidores el acceso y uso de los canales electrónicos de pago; y que el desarrollo de la sociedad, el auge de la actividad por cuenta propia y la creación de nuevos actores económicos nos conducen inevitablemente a su implementación.
¿Por qué no planificar y trabajar desde ya sobre la base de estas necesidades? No hay que esperar a que realicen inspecciones para tomar medidas por incumplimientos de algo de lo cual se viene hablando desde enero para su tramitación en el territorio. No obstante, en situaciones como esta la balanza nunca se inclina hacia un solo lado. Es evidente que hacerlas cumplir también pasa por acelerar los trámites requeridos. No siempre es así, en parte son argumentos que afloran en encuentros de reflexión y debate sobre el asunto a la usanza guajira «cogiendo al toro por los cuernos».
Las reglas del juego sin embargo cambiarán. Cada cual habla lo que ha hecho y que hará para resolver un problema tan puntual. Solo entonces al coger el debate de una temperatura algo caliente, no sin cierta resistencia, la reunión enrumba por los derroteros esperados y perfila acciones concretas que transformen el estado de cosas.
Necesariamente tiene que ser así, cada sector le ha puesto lo suyo y en el caso de la Agricultura las cooperativas con mercados agropecuarios también deben aplicar el código QR.
Resulta imprescindible que todo ello también vaya acompañado de una mayor intencionalidad en la capacitación de los agricultores, arista del fenómeno que resulta determinante sobre el uso de los canales de pago Enzona y Transfermóvil, a lo que se suma el necesario funcionamiento de los Joven Club de Computación y Electrónica y ETECSA para su implementación.
El hecho de que se expresen criterios o dudas en ese sentido no es en absoluto criticable, menos aún cuando provienen de personas genuinamente preocupadas por entender mejor la ejecución práctica del código QR. Transcurrido al plazo procede a la suspensión de la actividad en cuestión, -dice la resolución, por la situación que afronta el país y lo trascendente de nuestro actuar referido a la obligación de los deberes formales está indicado en el caso de los agricultores retirar la licencia comercial del mercado o punto de venta por Grupo Nacional de Bancarización.
De ahí el llamado oportuno dirigido a realizar la solicitud una, dos, tres veces, las que hagan falta, para aplicar el código QR; pues como dijera el miembro del Buró Municipal del Partido en la reunión de cobros y pagos: «este asunto no admite más dilación».
Lo que se quiere para su solución efectiva es una mayor cultura tecnológica y comprensión del momento histórico que vive el país y de facilitarle a los clientes el pago de sus compras de forma rápida y segura, y de terminar de despegar para hacer de esta herramienta una costumbre, un hábito y que la gente vea su utilidad en Sandino.
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