Código QR, ¿pasarela al futuro o frontera silenciosa?

Los códigos QR son vitales en el comercio al simplificar procesos como pagos y promociones, ofreciendo ventajas como eficiencia y mejor servicio al cliente. Su principal inconveniente es la dependencia de dispositivos móviles
Por Tairis Montano Ajete
En los mostradores, en las facturas, en la esquina inferior de cualquier afiche un código QR espera ser escaneado. Rápido, práctico, moderno. Pero también, potencialmente excluyente. Cuando esa es la única opción, cuando no viene acompañada de educación digital ni alternativas para quienes no tienen acceso a smartphones o conectividad, deja de ser herramienta para convertirse en barrera.
Hoy el código QR es mucho más que una imagen pixelada. Es filtro, es llave, es sí o no. ¿Puedes pagar? ¿Puedes acceder? ¿Perteneces?
En el contexto cubano, donde hablamos de soberanía tecnológica y transformación digital urge preguntarnos: ¿estamos construyendo un futuro verdaderamente inclusivo o solo accesible para quienes ya tienen las condiciones?
El QR puede y debe ser un aliado. Pero nunca debe dejar atrás a quien aún paga con billete, con esfuerzo, con dignidad. Porque la digitalización debe sumar, no dividir. Ser puente, no trinchera. El desafío no es solo tecnológico, es profundamente humano.
Que el futuro se escanee, sí. Pero que también se escuche, se adapte y no olvide a nadie.
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