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Bailando en Cuba 2: entre la danza y la tradición

Esta nueva temporada de Bailando en Cuba 2 trae consigo también novedosas propuestas más allá de la competición

Un total de 16 parejas compiten en Bailando en Cuba 2. Cada una busca demostrar sus habilidades, creatividad y calidad interpretativa en la danza. Sin embargo, esta nueva temporada trae consigo también novedosas propuestas más allá de la competición.

«Bailando en Cuba 2 es un proyecto diferente, más atractivo, con el mismo concepto del primero: que el espectador se divierta a la vez que aprenda, amplíe sus conocimientos sobre la danza en Cuba y crezca como persona. Que el que se siente frente al televisor salga lo más satisfecho posible. Por eso mantendremos la sección teórico-práctica de Roclan sobre la historia de los diferentes ritmos bailables, ello aporta una información necesaria y creo que es bueno que la hagamos», explicó a Granma Manolo Ortega, director del programa.

«Por primera vez nos fuimos a buscar grupos portadores a Guantánamo, Santiago de Cuba, Camagüey, Villa Clara y la Isla de la Juventud y los filmamos in situ. Es bueno que podamos mostrarle al pueblo la labor de rescate de las tradiciones que hacen estos grupos, cómo defienden nuestra memoria cultural, las raíces y cómo las van transmitiendo de generación en generación».

A la pregunta de este redactor, acerca de si el proyecto desde que surgió iba dirigido al bailador popular o no, rápidamente aclaró: «Mira, el proyecto siempre ha estado dirigido a homenajear a la danza cubana, que a su vez bebe de los ritmos y los géneros populares. Se sabe que no es lo mismo ser bailarín que bailador popular, pero estos últimos han encontrado en el programa, por ejemplo, cómo hacer nuevas coreografías, aprenden nuevos pasos y, sobre todo, han conocido la historia de la danza en Cuba, la vida de muchos de nuestros bailarines que se destacaron en el siglo XX y en lo que va del XXI».

JARA Y OSMANI: UNA PAREJA CASI PERFECTA

Con la pareja número 8, ganadora del primer premio de Bailando en Cuba en su primera temporada, Jara García Fonseca, de Santiago de Cuba, y Osmani Montero Hernández, de Holguín, también conversamos para conocer cuál ha sido su camino luego del soñado éxito del pasado año.

«Yo he continuado mis estudios de danza en la ENA, en la cual estoy cursando el tercer año. Paralelamente he colaborado con varios proyectos infanto juveniles y con mi pareja de baile me he presentado en el teatro América, junto al Ballet Revolution que dirige Roclan», asegura Jara.

«Una vez que me gradúe me gustaría ser parte de Danza Contemporánea, Danza Abierta o de Revolution. Y por supuesto, instruirme todo lo que pueda y ser una buena bailarina».

Por su parte a Osmani, que primero formó parte del Ballet de la Televisión Cubana y ya conocía a Roclan, no le fue difícil aceptar la propuesta de este cuando lo invitó a integrar su compañía, en la que permanece.

«Gracias al apoyo de Roclan llevo una carrera paralela como realizador audiovisual de la propia compañía, es un trabajo que me interesa hacer en el presente y en el futuro».

Sobre el premio

Con respecto al premio del programa, que se cumplimentará en marzo y será por tres meses, agrega: «Estamos muy entusiasmados con la beca en Italia, queremos aprender cada día más».

Aunque su referente más cercano son los hermanos Santos, ganadores del programa-concurso televisivo Para Bailar, saben que antes que ellos hubo otras parejas que hicieron historia en la danza en el país.

«Todos los días se aprende algo nuevo, se logra algo nuevo. Pero juntos lo vamos a lograr. Nada es perfecto en la vida».

Ambos estuvieron en la gira que por todo el país hizo Bailando en Cuba 2, en busca de los nuevos participantes-concursantes. Por lo pronto, ya ellos ganaron y están en el corazón de todos los cubanos. Así lo sienten y viven cada día.

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