Orden y justicia, dos pilares fundamentales en la sociedad cubana
La policía en Cuba inspira respeto, orden y al mismo tiempo seguridad, eso es posible porque representa al pueblo
El orden y la justicia son tan importantes en nuestras vidas como el agua y la comida que ingerimos a diario. Ellas nos permiten disfrutar de una existencia feliz y organizada de acuerdo con las normas sociales. Se ha preguntado usted alguna vez como sería el mundo si cada cual tuviese la posibilidad de actuar a su antojo, o lo que es igual, hacer lo que más le plazca. De seguro que todo sería un gran caos y se impondría la ley de los más fuertes y la violencia sería la única manera de resolver los problemas. Para evitar situaciones de este tipo es que existen las leyes. También las personas que tienen la función social de hacerlas cumplir para proteger a la sociedad en su conjunto. Dentro de ellos los policías, personas que tienen una alta responsabilidad que no siempre reconocemos.
La policía inspira respeto, orden y al mismo tiempo seguridad. Eso es posible porque representa al pueblo a diferencia de lo que ocurre en la mayor parte de los países del mundo donde prima su carácter represivo. No hay motivos para tener miedo de ella sino todo lo contrario, debemos acudir a ella siempre que sea necesario y acatar disciplinadamente sus orientaciones o decisiones. Desde luego que la policía tiene que cumplir su encomienda social y eso implica poner multas a unos, procesar a otros, regañar a quienes están actuando mal, aconsejar, pero eso no constituye motivo para sentir rechazo sino todo lo contrario porque lo hacen por el bien colectivo y por lo tanto merecen nuestra cooperación, respeto y apoyo más allá de cualquier sentimiento de autodefensa.
Velan por la tranquilidad ciudadana
Claro que los policías son nuestros amigos como lo son los demás combatientes del Ministerio del Interior que en estos momentos juegan un papel fundamental en el orden y la disciplina en tiempos de Pandemia. …Hombres y mujeres que durante todos estos años de Revolución han cumplido grandes e importantes misiones.
No es fácil ser policía porque la tarea asignada es compleja y difícil y no tiene horario. El policía lo es en cualquier momento y lugar y eso requiere mucha dedicación y esfuerzo.
La misión de la policía en nuestro país no es como algunos piensan encarcelar sino evitar que se cometan hechos delictivos y por esa razón es cada vez mayor el trabajo preventivo que se realiza en cada uno de los sectores con el apoyo de las organizaciones de masas que mucho pueden cooperar en la identificación de las personas proclives a delinquir y en la identificación de quienes mantienen una actitud socialmente incorrecta. Hay que trabajar mucho en la casa y en la escuela para que niños, adolescentes, jóvenes y adultos tengan conciencia de lo que pueden y no pueden hacer según las leyes, para que sean capaces de identificar con claridad lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo y actúen en consecuencia y de esa manera estaremos ayudando a la policía y evitando los delitos.
Estos elementos constituyen la garantía de una sociedad tranquila, organizada, feliz y es obligación de los padres exigir a los hijos un comportamiento acorde con ellos.
Noemí Balmaceda Arvelai
Mujeres y hombres comprometidos con la Policía Nacional Revolucionaria