La doctora Maricela Troche Valdés de Sandino a dedicado parte de su vida a la Pediatría de Cuba y el mundo. Labora con amor
«…Cuando estaba en el Preuniversitario, específicamente en décimo grado, se constituyó el primer destacamento Carlos Juan Finlay y algo me iluminó por dentro, al llegar a casa le dije a mis padres que ya sabía lo que quería estudiar, quería ser médico. Siempre me gustaron la especialidades clínicas, nunca me gustaron las especialidades quirúrgicas y me gustaban además los niños, asi que decidí ser Pediatra; aunque primero hice la especialidad de Médico General Integral (MGI) y posterirmente la de Pediatría…» La doctora Maricela Troche Valdés ha dedicado parte de su vida a la Pediatría. El amor por los niños la impulsa cada día a trabajar con más dedicación en el hospital municipal Augusto César Sandino. Su premisa, salvar vidas en cualquier rincón del mundo.
«…Mi primera misión fue en el año 2003, en Guatemala, allí no llegué a completar la misión pues el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz hace el llamado para incorporarnos a la preparación y acudir a la hermana República de Venezuela para prestar asistencia en los Centros de Diagnóstico Integral de ese país, escogí la especialidad de Oftalmología y así cumplí misión casi 6 años. Para mí fue una experiencia muy fructífera, todavía ejecuto todo lo que aprendí…»
Última misión
«…Mi última misión fue nuevamente en Guatemala, en el municipio de Barillas, había quedado en deuda con la población de ese país. En mi último año de misión, poco después de iniciar la pandemia de la COVID-19 en Cuba pues llega esta terrible enfermedad a Guatemala, este momento para mí fue una experiencia inolvidable. El hospital donde trabajaba comenzó a prepararse para hacerle frente a esta enfermedad, se necesitaba personal médico para atender a los casos positivos, y entonces contaron con la Brigada Médica Cubana. Cuando llegaron los primeros casos, fueron atendidos por nosotros, allí asistimos a niños en edades pediátricas, jóvenes, adultos y ancianos. Sentimos un poco de temor pero extremamos todas las medidas y no nos contagiamos…»
Anécdotas durante su labor como pediatra
«…Conocí a un pequeño que vivía cerca de la casa donde me alojaba y un día su padre fue en mi búsqueda pues el niño estaba enfermo y yo acudí a revisarlo, cuando llegué a su casa estaba agonizando y decidimos trasladarlo; el hospital más cercano se encontraba a siete horas, durante el traslado el niño en muy malas condiciones fallece entre mis brazos casi llegando al hospital, esta experiencia fue algo que nunca había vivido y que me marcó la vida para siempre…»
El actuar de esta profesional le ha proporcionado grandes satisfacciones personales y en la vida laboral. Maricela Troche abraza la sensible misión de cuidar y salvar a nuestros niños y el agradecimiento de padres, familias y de pueblos enteros por su quehacer diario.
Garantizan calidad de los servicios en Sala de Pediatría del Hospital de Sandino
