Tres encuentros con el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en diferentes momentos, marcaron la vida del palaceño José de la Concepción Jiménez Pérez.
Tres encuentros con el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en diferentes momentos, marcaron la vida del palaceño José de la Concepción Jiménez Pérez.
En los años 1982 y 1987 participó como delegado en el cuarto y quinto congresos de la Unión de Jóvenes Comunistas, donde presentó el saludo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y entregó un obsequio al comandante. Esos minutos tan cerca de Fidel quedaron para siempre en su corazón.
El año 1984 también fue notorio para Jiménez Pérez. En el Salón de Protocolo El Laguito, en ciudad de la Habana, en espera del día cuatro de abril, nuevamente tuvo la dicha de estar bien cerca del máximo líder.
Emoción, alegría, orgullo, satisfacción, fueron algunos de los sentimientos que este palaceño experimentó en los momentos junto a Fidel. Cada espacio compartido era nuevo, único.
Lo vio y aún lo ve como un gigante de palabras y acciones, con enormes facilidades de comunicación con los jóvenes, se interesaba por cada detalle y problema de su gente. Siempre con una enseñanza para brindar.
Sus ideas y ejemplo serán eternos para todos los agradecidos, que como José, admiran y admirarán cada silencio, cada idea, cada gesto de nuestro Fidel. Hombre de contiendas, revolucionario que siempre estuvo al lado de su pueblo humilde e incondicional.
No podemos decir “fue”, porque Fidel sigue siendo ese amante eterno de su pueblo, de su gente; hombre de ideas llenas de esperanzas y de convicción profunda.
Para José de la Concepción Jiménez Pérez, coincidir con el comandante en diferentes espacios, representa un compromiso y uno de los orgullos más grandes que ha podido experimentar.
