Una vez anunciados todos los premios de la temporada 2020 de la NPB, ha llegado el momento de revelar quién fue, en nuestra opinión, el Latino del Año en el circuito nipón y la decisión no pudo ser más sencilla: el lanzador cubano Liván Moinelo.
Los también antillanos Leonys Martín y Dayán Viciedo, así como el puertorriqueño Neftalí Soto, presentaron candidaturas de peso, pero ninguno de ellos mostró la consistencia y el dominio que el zurdo de 25 años reflejó desde su primera aparición sobre el montículo el 19 de junio.
En la que fue su cuarta campaña en la liga con los Halcones de SoftBank, el pinareño fue de principio a fin el especialista del octavo episodio de su club y nunca se lesionó o pasó por un mal momento que pusiese en riesgo su puesto en el bullpen.
Con su poderosa recta, su excelente control y su magistral curva retiró una y otra vez a los rivales que enfrentó, casi siempre por la vía del ponche. De hecho, registró un promedio de 14.44 abanicados por cada 9 entradas lanzadas, lo que representa uno de los totales más altos en la historia del circuito.
Así mismo, ponchó a 2 o más bateadores en 28 de sus 50 salidas (en 8 de ellas abanicó a 3 rivales) y hasta llegó a meterse a mediados de temporada entre los 5 mejores ponchadores de la Liga del Pacífico, a pesar de no ser abridor.
Por si eso fuera poco, registró una increíble efectividad de 1.69 y ganó el premio al Relevista del Año en la Liga del Pacífico luego de liderar toda la NPB con 40 Hold Points. Su dominio en ese departamento fue tal que le sacó una ventaja de 6 al segundo lugar y de 10 al líder de la Liga Central.
Quizás la señal más importante de lo clave que fue su actuación para el éxito de su equipo esta temporada es el haber quedado tercero en la votación al Jugador Más Valioso de su circuito. No estuvo cerca de los dos primeros lugares, pero el simple hecho de que tantos periodistas pensaron en él a la hora de decidir el premio confirma lo importante que fue su desempeño.
Otro punto determinante de su candidatura es que su consistencia sobre el montículo se extendió a la postemporada y la Serie de Japón, donde dominó a sus rivales tal como lo hizo durante la campaña regular y además ayudó a su equipo a capturar su cuarta corona consecutiva.
Moinelo se convierte así en el primer relevista y apenas el segundo lanzador en ganar el premio al Latino del Año de la NPB. Los 10 ganadores anteriores fueron Alex Ramírez (LF, 2010 y 2012), Máximo Nelson (P, 2011), Tony Blanco (1B, 2013), Ernesto Mejía (1B, 2014), José Celestino López (1B, 2015-2017), Dayán Viciedo (1B, 2018) y Neftalí Soto (RF, 2019).
El segundo latino más destacado de la campaña 2020 fue el ya mencionado Leonys Martín, quien disputó su primer año completo con los Marinos de Lotte y se convirtió pronto en su principal motor ofensivo, además de brillar también a la defensiva.
El jardinero antillano lideró a todos los latinos en jonrones (20), anotadas (72), boletos (70), robos (7), porcentaje de embasado (.382), porcentaje de slugging (.485) y OPS (.866), además de remolcar 65 carreras, conectar 15 dobles y realizar varias sensacionales jugadas defensivas en el jardín derecho.
La razón por la que no terminó en el primer lugar fue su falta de consistencia, ya que si bien pasó por momentos de forma increíbles, también pasó por otros muy malos y terminó la temporada no sólo lesionado sino también en claro declive.
Por una parte, se fue para la calle en 2 o más juegos consecutivos en 5 ocasiones distintas a lo largo del año, además de recibir 5 boletos en un mismo juego, 2 o más boletos en 15 partidos distintos, robarse 3 bases en un mismo encuentro y remolcar 3 o más carreras en 8 oportunidades diferentes.
Por la otra, su promedio cayó paulatinamente de un sólido .285 el 12 de agosto a un pobre .234 el 21 de octubre y sólo pudo sumar un cuadrangular y 3 remolques en sus últimos 17 encuentros. Para colmo, se perdió las últimas 3 semanas del calendario por lesión y eso le impidió cerrar el año con mejores números.