La influenza aviar está diseminada por todo el mundo. Se transmite entre las aves a través del contacto directo con un espécimen enfermo con superficies y alimentos contaminados con saliva, mucosas o heces.
Ante la confirmación de su presencia en Cuba por primera vez, de la variante A(H5N1) específicamente en aves silvestres cautivas, localizadas en el Jardín Zoológico de la Habana, en Sandino, extreman las medidas, tras un llamado de alerta del grupo de Epizootia y Epifitia.
De ser incontrolable pudiera convertirse en una epidemia. Por eso las autoridades sanitarias imparten seminarios con la intensión de abarcar todos los consejos populares para prevenir su aparición con medidas organizativas.
En este territorio no hay influenza aviar, dijo Pedro Rodríguez Prieto, director del Instituto de Sanidad Animal, a representantes de la Defensa Civil, el Centro de Gestión para la Reducción del Riesgos, veterinarios y otros actores de la Agricultura, los que a su vez deben establecer desde este momento un estricto control en el territorio.
Rodríguez Prieto explicó que si detectan un aumento súbito en la mortalidad o presencia de síntomas respiratorios en aves de corral o silvestre, no deben tocarse. En este caso es necesario notificar de inmediato a los centros de sanidad animal o institutos de medicina veterinaria para proceder correctamente.
Al mismo tiempo, manifestó que en ningún momento deben consumir la carne o posturas de los animales enfermos de acuerdo con la Ley 148 de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional.
Las acciones en este orden persiguen entre otros procedimientos, evitar el traslado y comercio de aves vivas sin el debido permiso de las autoridades veterinarias.