Tal vez, días y noches de desvelo no permitan percibir todo lo que se trabajó para desarrollar en tiempo récord los candidatos vacunales anti COVID-19.
Tal vez, días y noches de desvelo no permitan percibir todo lo que se trabajó para desarrollar en tiempo récord los candidatos vacunales anti COVID-19.
Es algo digno de admirar en medio del férreo bloqueo económico comercial y financiero impuesto por el Gobierno de Estados Unidos contra Cuba.
Y para orgullo nuestro, la isla se convierte en el primer país latinoamericano en tener sus propias vacunas contra la COVID-19.
Soberana1, Soberana 2, Soberana Plus, Mambisa y Abdala, todos seguros y desarrollan respuesta inmune.
La buena nueva es que la eficacia de Abdala es del 92,28%, con lo cual supera los requisitos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Y razones hay, pues para que un candidato vacunal contra la COVID-19 se convierta en vacuna, debe mostrar un 50%, como condición indispensable.
Con este resultado, y una vez aprobado, Abdala se convertirá en la segunda vacuna contra la COVID-19 desarrollada en América Latina y el Caribe.
Ponerlos al servicio de la población colocaría al país en una posición ventajosa frente a la epidemia, que cada día cobra nuevas vidas en el mundo.
La convocatoria del Presidente de la República, Miguel Díaz Canel Bermúdez, está latente y es el punto de partida para la ciencia cubana: «aunque haya vacunas de otros países, nosotros necesitamos la nuestra para tener soberanía».
No todo ha transitado con la inmediatez que se requiere o la que exige el momento. Pero predomina la confianza y el ambiente es positivo, a pesar de que el país enfrenta su peor brote desde el inicio de la pandemia.
La vacunación también llegó a Sandino
Es el caso también de Sandino, dado el incremento del número de casos confirmados desde el mes de mayo. Sin embargo, una especie de suerte nos acompaña como cubanos y es la posibilidad de vacunar a trabajadores de la Salud Pública y a la población.
Hay en ello diálogo y explicación, tras un arduo y riguroso trabajo que conduce a cumplir con cada requerimiento y protocolo de ensayo con los candidatos vacunales.
Pero lo más importante en este empeño es el valor de las concepciones de Fidel y de la obra que forjó, decisivas para el enfrentamiento a la pandemia en nuestro país. Llevarlas como bandera de combate, nos hace sentirnos orgullosos de ser cubanos.