Para conocer cómo marchan las investigaciones científicas centradas en la búsqueda de nuevos productos para enfrentar la COVID-19 y el empleo con el mismo fin de otros ya desarrollados en el país, Granma obtuvo las siguientes declaraciones del doctor Eduardo Martínez Díaz, presidente del Grupo Empresarial BioCubaFarma
Para conocer cómo marchan las investigaciones científicas centradas en la búsqueda de nuevos productos para enfrentar la covid-19 y el empleo con el mismo fin de otros ya desarrollados en el país, Granma obtuvo las siguientes declaraciones del doctor Eduardo Martínez Díaz, presidente del Grupo Empresarial BioCubaFarma:
–¿Que ha estado haciendo la industria biotecnológica y farmacéutica cubana para enfrentar la covid-19?
–Nuestro Grupo Empresarial dispone de un plan específico con cuatro componentes fundamentales que son:
Suministro de los medicamentos que forman parte del protocolo del Ministerio de Salud Pública (Minsap) para la covid-19.
Actividad de Investigación-Desarrollo para aportar nuevos productos y conocimientos al combate contra este virus.
Cooperación con otros países en el suministro de medicamentos para luchar contra la pandemia.
Plan de medidas internas en nuestras empresas para proteger a los trabajadores y garantizar las operaciones en las actuales circunstancias.
–¿Cuantos productos suministra en la actualidad BioCubaFarma al protocolo cubano de enfrentamiento a la covid-19?
–En un inicio se definieron 22 medicamentos, varios antivirales encabezados por el Interferón y un grupo importante de fármacos de uso hospitalario para los pacientes en las diferentes fases, incluido el estado grave y crítico. Actualmente contamos con existencias de ellos para miles de pacientes y continuamos fortaleciendo las capacidades productivas.
«También las empresas de BioCu-baFarma se han incorporado a la producción de nasobucos y productos higienizantes como jabones medicinales, solución de hipoclorito, soluciones hidroalcohólicas, etc.
«Igualmente, a partir de las capacidades de nuestras fábricas de equipos y dispositivos, en coordinación con otras empresas del país y trabajadores por cuenta propia, trabajamos en la reparación de equipamientos muy importantes para enfrentar esta pandemia, como los ventiladores pulmonares, mientras estamos fabricando medios individuales de protección, fundamentalmente máscaras respiradoras con filtros, viseras, gafas y trajes».
–¿Cuáles son los avances científicos más significativos?
–Desde un inicio creamos en BioCubaFarma un grupo de trabajo y se activaron las comisiones del Consejo Científico, enfocadas en la lucha contra la epidemia. Una de las tareas permanentes ha sido la búsqueda de información, el estudio de las características del virus y el comportamiento de la pandemia en general.
«El procesamiento de la información nos ha permitido, en un periodo de tiempo relativamente corto, hacer propuestas de uso de medicamentos para su incorporación en el protocolo o para su evaluación clínica inicial.
«Hoy sabemos que una vez ocurrida la infección con el sars–CoV-2, los pacientes pueden tomar dos caminos diferentes:
El 80 % de las personas que se infectan pasan la enfermedad de forma leve o asintomática.
El 20 % presentan complicaciones y pasan a un estado de grave o crítico. Lamentablemente la letalidad promedio a nivel mundial está por encima del 5 % y en algunos países sobrepasa el 10 %.
«La diferencia entre el grupo 1 y 2 está fundamentalmente en el estado inmunológico de las personas infectadas. Se conoce que los casos graves llegan a tener 60 veces mayor carga viral que los leves. Esto ocurre porque las personas con el sistema inmunológico débil no responden de inmediato a la infección y este virus, que tiene una alta capacidad de replicación, alcanza altos niveles de copias.
«Asimismo, han podido definirse varios grupos de riesgo que tienen en común la debilidad en su sistema inmunológico y, por lo tanto, son más vulnerables a tener complicaciones cuando se infectan con el nuevo coronavirus.
«Estos grupos de riesgos son las personas mayores de 60 años, personas inmunodeprimidas, pacientes diabéticos, con cáncer, hipertensos, etc.
«Ante este escenario, nos centramos en poder disponer de medicamentos para fortalecer el sistema inmunológico de las personas vulnerables, medicamentos con efecto antiviral y fármacos para evitar la muerte de los pacientes graves y críticos.
«Durante las últimas semanas se han incluido en el protocolo de la covid-19, la Biomodulina t y el Factor de Transferencia, dos medicamentos que fortalecen el sistema inmunológico. También se está produciendo una variante de interferón para su uso por vía nasal, el cual será utilizado de forma preventiva con igual propósito.
«Por otra parte, ya se están evaluando dos vacunas de amplio espectro para estimular el sistema inmune innato. Son vacunas de nuevo tipo en las que hemos estado trabajando con el objetivo, precisamente, de ‘‘entrenar’’ al sistema inmunológico de personas susceptibles a infecciones virales.
«Tales productos permiten preparar a las personas para que, una vez infectadas, desarrollen una respuesta inmunológica más efectiva. Estas vacunas podrían ser incorporadas próximamente en el protocolo de lucha contra la covid-19».
–¿Qué están haciendo para tratar de evitar la muerte de los pacientes en estado crítico o grave?
–Como mencioné anteriormente, los pacientes graves llegan a tener una carga viral 60 veces mayor que aquellos con un desarrollo leve de la enfermedad. Esa alta carga viral produce una respuesta en el organismo, que conduce a lo que se le llama «tormenta de citoquinas», provocando un proceso de hiperinflamación que agrava el estado de los pacientes.
«A partir de estas informaciones se han estudiado en detalle los mecanismos moleculares y hemos identificado medicamentos con capacidad de frenar esta ‘‘tormenta de citoquinas’’, que puede causar la muerte a los pacientes en un periodo breve de tiempo.
«De igual forma, le propusimos al grupo de expertos del Minsap dos medicamentos para su uso en los pacientes graves y críticos. Después de un análisis riguroso se aprobó su evaluación de forma contralada. Vale resaltar que estos medicamentos tienen una probada seguridad farmacológica y evidencias de eficacia en otras enfermedades en estudio.
«Hasta la fecha los referidos fármacos ya han sido usados en varios pacientes con la covid-19 y comenzamos a ver resultados alentadores, aunque por supuesto, tenemos que esperar a tener más evidencias para afirmar que los productos están teniendo el efecto deseado y por lo tanto salvando vidas».
–¿He leído algunas noticias que plantean que los interferones no tienen una demostración clínica para su uso en la covid-19?
–Ninguno de los productos que hoy se utiliza mundialmente en el tratamiento de la covid-19 tiene evidencia clínica demostrada en un estudio controlado. O sea, no se ha tenido tiempo para realizar ensayos clínicos con todo el rigor necesario, que permita evaluar la eficacia de algún medicamento específico en esta pandemia.
«Se han planteado y aprobado por las autoridades regulatorias de los países a nivel mundial una gran cantidad de medicamentos. Nosotros lo estamos haciendo también. Por ejemplo, cada propuesta de nuestros científicos la analizamos en el Grupo de Trabajo de BioCubaFarma y posteriormente se presenta a un grupo de expertos en el Minsap, en el cual participa Cecmed y el Centro Coordinador de Estudios Clínicos (Cencec), donde se aprueba.
«Hemos establecido mecanismos especiales para la rápida evaluación y aprobación de los protocolos, manteniendo un alto rigor.