Por un mundo mejor para los niños
El Día Mundial del Niño supone celebración y concientizar al mundo sobre la situación de los menores más desfavorecidos; pensar en la búsqueda de alternativas para que mejoren su nivel de vida.
Sandino-El Día Mundial del Niño, se celebra todos los años el 20 de noviembre, con el propósito de fomentar la fraternidad entre los niños y las niñas del mundo y promover su bienestar con diversas actividades sociales, culturales y recreativas.
Ese día supone celebrar los avances alcanzados, pero sobre todo es un día para concientizar al mundo sobre la situación de los más desfavorecidos; pensar en la búsqueda de alternativas para que mejoren su nivel de vida, que conozcan sus derechos y juntos trabajar por su felicidad y desarrollo.
Los niños son el miembro más vulnerable de cada familia. Ellos no piensan como las personas mayores pero son los que más sufren las crisis y los problemas del mundo. También son víctimas de muchos males que aquejan a las sociedades.
Cuba es un país privilegiado en este quehacer, pues los niños reciben educación, atención cultural y médica gratuita. Tienen espacios donde se escuchan y sus opiniones son tomadas en cuenta.
Se trata de un día por y para ellos, los niños son protagonistas de cada actividad en cualquier espacio.
En Ciudad Sandino hoy en cuarentena por la compleja situación epidemiológica que impone la presencia del nuevo coronavirus, los niños son los primeros protegidos, se les garantiza en sus hogares todo el cuidado y protección, además de módulos alimentarios adicionales además de los normados.
Los niños en otras naciones
Muchos niños en otras naciones no tienen ese privilegio. No faltan las elevadas cifras de menores en riesgo de contraer enfermedades como como la difteria, el sarampión y la poliomielitis, tanto en países ricos como pobres, por la paralización o decrecimiento de las coberturas de vacunación, atención primaria de salud o especializada y por el cierre de instalaciones hospitalarias o dedicarse solo al enfrentamiento de la pandemia.
Pienso que a nivel mundial aún falta mucho por hacer, tenemos que unirnos para lograr que ningún niño muera por enfermedades curables o prevenibles, que todos sepan leer, escribir, que ninguno sea víctima de la prostitución de menores o tenga que trabajar en edad escolar para sostener una familia.
Lograr que no sea ninguno de ellos el que está en el lugar y la hora equivocada cuando hay una bala perdida, pero sobre todo que reciban alimentación adecuada, garantía de salud y se respeten sus derechos. En fin, trabajar por un mundo mejor para ellos que como dijera José Martí, son la esperanza del mundo.
La familia un ente importante en la formación de valores y contra la COVID-19