Con total libertad, en un gigantesco ejercicio de democracia, hombres y mujeres de todos los sectores de la sociedad cubana emiten por estos días sus criterios sobre el Proyecto de Constitución de la República.
Con total libertad, en un gigantesco ejercicio de democracia, hombres y mujeres de todos los sectores de la sociedad cubana emiten por estos días sus criterios sobre el Proyecto de Constitución de la República.
Entre ellos están también los más jóvenes, esos que no habían nacido en 1976 cuando se promulgó la Carta Magna vigente, y ahora viven la maravillosa experiencia de ser parte, de aportar, opinar, participar en la construcción de la más importante ley de un país.
Será una Constitución redactada por todos los cubanos, defendiendo los intereses del pueblo humilde, afirmaba un joven en una de las reuniones de consulta que tienen lugar desde el 13 de agosto, y que a partir de esta semana llegan también a los centros estudiantiles.
Y es que ellos saben que en Cuba, como en ninguna otra nación del mundo, entre todos construimos el futuro.
Construir el futuro entre todos
De labios jóvenes emergen contundentes y sabias intervenciones, propuestas de modificaciones, adición o supresión al Proyecto de Constitución de la República.
No centran ellos su decir en un solo artículo; hablan de las nuevas formas de propiedad; de derechos, deberes y garantías; de los cambios en la estructura del Estado; de cuánta significación tiene que se mantenga en el texto la gratuidad de los servicios de salud y educación.
Análisis que, no porque sean jóvenes, carecen de valor. Reflexiones para enriquecer un proyecto que ya de por SÍ es sumamente valioso; opiniones para ratificar el camino que escogimos soberanamente.
Criterios para seguir construyendo una nación socialista, próspera y sostenible, porque como dijo Fidel: esta Revolución es la Revolución de nuestro pueblo; es la Revolución de nuestros jóvenes.