Hombre y Mujer ejemplos en la formación de la familia
La mujer cubana ha sabido ocupar un lugar importante en la sociedad actual, ella ha sabido demostrar su valía y continúa protagonizando nuevas vivencias
El patrón que ha dominado la conducta humana indica, por ejemplo, que debe ser el hombre la figura de poder, el proveedor de la familia o el que realice las tareas de fuerza.
En la sociedad cubana, después del triunfo de la Revolución, esa tendencia ha ido revirtiéndose en aras de la igualdad y equidad de géneros. La labor de instituciones como la Federación de Mujeres Cubanas y la proyección de políticas públicas a favor de la inclusión y el despliegue de las potencialidades de la mujer han sido claves en ese sentido.
Los primeros pasos encaminados a eliminar problemas como la prostitución, la ignorancia sobre su propio cuerpo, la planificación familiar, entre otras cuestiones; se pasó a objetivos de mayor envergadura como la adopción de un Código de Familia que establece la igualdad jurídica absoluta de la mujer y el hombre en el matrimonio, define iguales deberes y derechos de los cónyuges ante los hijos y en el desenvolvimiento del hogar. No debe faltar entre las acciones ejecutadas por el gobierno cubano el reconocimiento de la igualdad de derechos en lo económico, político, cultural, social y familiar en la Constitución de la Re¬pú-blica de Cuba, ley fundamental del Estado.
Para las generaciones más jóvenes tal vez sea difícil comprender que existió un antes de estas conquistas que hoy se perciben cotidianas y accesibles. Sobre los hombros y el pensamiento de mujeres como Mariana Grajales, Celia Sánchez Manduley, Vilma Espín Guillois, las combatientes del Movimiento 26 de Julio… y otras que han pasado a la posteridad de modo casi anónimo pero igualmente importante, se ha forjado en gran medida la sociedad actual.
Amigas y amigos, el proceso hasta el presente, sin embargo, no ha sido cuestión de un día o dos; debió ser una revolución dentro de la Revolución, a decir del líder histórico Fidel Castro. Con frecuencia suele citarse que “detrás de todo gran hombre hay una gran mujer”, sin llegar a saber nunca si se trata de un cumplido hacia uno u otro género o, simplemente, de la relación de interdependencia que existe entre ambos.
De lo que sí estoy segura es de que la mujer ha sabido ocupar un lugar importante en la sociedad actual, ella ha sabido demostrar su valía y continúa protagonizando nuevas vivencias que contribuyen al bienestar de la sociedad. Quiero concluir felicitando a todas las federadas y parafraseando al Apóstol para acentuar una vez más que no falta a la mujer “capacidad alguna de las que posee el hombre, sino que su naturaleza fina y sensible le señala quehaceres más difíciles y superiores”.