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Cuide su corazón y estará sumando años a la vida

Preocuparse y ocuparse por el mantenimiento de la salud es algo que debemos asumir como necesidad y obligación todos los días

Es muy probable que en el transcurso de su vida nunca se haya sentado a pensar en el trabajo que realiza su corazón en cada momento del día, y es lógico que así sea porque lo asumimos como algo natural, común y corriente.

Sin embargo le invito a meditar por un momento en el esfuerzo que significa latir constantemente al ritmo de unas setenta y tantas pulsaciones por minuto, con el objetivo de bombear la sangre que necesitan todos los rincones del cuerpo, y hacerlo sin poderse dar el lujo de pararse a descansar ni un solo minuto, por lo que eso implicaría para el mantenimiento de la vida.

Por eso si de trabajar se trata hay que pensar en lo que hace a diario el corazón y por supuesto, ocuparse de que pueda hacerlo lo mejor posible, algo que no siempre tenemos en cuenta a pesar de que los errores en este campo se pagan bien caros.

¿Qué hace usted para que su corazón funcione bien?.

Aunque parece simple estoy más que segura de que pocos podrían aportar elementos de peso en tal sentido, y esa una muestra de lo que nos falta por aprender y hacer, para conservar en buen estado este importante órgano y también nuestra salud.

A tal extremo llega la ignorancia en relación con esta cuestión que no solo no nos ocupamos de brindarle protección, sino que muchas de las cosas que hacemos a diario traen como consecuencia que el corazón salga perjudicado, y me refiero a acciones tan comunes como fumar, ingerir bebidas alcohólicas, pasar sueño, ingerir cantidades innecesarias de grasa y otras por el estilo que para muchos son parte de la rutina habitual.

Luego, cuando llega el momento de la verdad, cuando la bomba falla como dicen algunos, nos aferramos a la vida con todas las fuerzas y nos juramos cambiar, pero entonces puede ser demasiado tarde para hacerlo.

Preocuparse y ocuparse por el mantenimiento de la salud es algo que debemos asumir como necesidad y obligación todos los días, porque a fin de cuentas de nada nos sirve hacer lo contrario.

Sin embargo la realidad demuestra que mientras disminuye cada año la incidencia de las enfermedades trasmisibles como resultado de los programas de salud, aumentan aquellas que en buena medida dependen de la actuación de las personas y de manera muy particular las relacionadas con el corazón.

Obesidad, sedentarismo, vida desordenada, excesos, no conducen por buen camino y lo lamentable es que quienes los cometen saben las consecuencias pero no se ocupan de hacer, convirtiéndose en verdaderos suicidas que solo reaccionan cuando la enfermedad hace acto de presencia y la muerte se convierte en una realidad muy próxima.

Conciencia, ahí está la clave

Ganar conciencia en relación con esta problemática depende de muchos factores en los cuales está implicada la familia pero también la escuela y la sociedad en su conjunto, que no pueden limitarse a educar o preparar sino que están llamadas también a exigir como premisa para avanzar.

No dudo que las facilidades que tenemos los cubanos para acceder a los servicios de salud también atenten en este sentido y por eso soy de los que piensa que otro gallo cantaría si hubiese que pagar los mismos, y las personas se ocuparían más de cuidarse, pero pienso también que la conciencia es superior al dinero y que todos llegaremos a comprender la necesidad del cambio y actuar en consecuencia.

Por lo pronto, acérquese a su médico, pida consejos acerca de la mejor manera de actuar para proteger su corazón y sobre todo, ponga en práctica cuanto antes todo lo que aprenda, recuerde que sin su corazón jamás podrá llegar lejos.

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